'Champions' o ruina
El Atlético, que visita hoy al Panathinaikos, dejaría de ingresar 25 millones, la quinta parte de su presupuesto, si fuera eliminado
"Nuestros mejores fichajes son el Kun Agüero y Forlán, que siguen aquí". Mil y una veces ha repetido Enrique Cerezo, el presidente del Atlético, tan supuestamente imaginativa frase. Lo hizo de nuevo ayer, como si de una letanía se tratara, estando como está el club que gobierna en estado crítico, conectado a un respirador que puede dejar de funcionar de aquí al próximo martes, de la ida a la vuelta de una eliminatoria previa de la Liga de Campeones, la que le enfrenta al Panathinaikos, que va a marcar su devenir.
"No hay que ser tan alarmista", dijo Abel Resino, el técnico, preguntado al respecto. "Sí hay que serlo", mantienen fuentes del club, que califican la hipotética eliminación de "trágica". Porque los números, a día de hoy, no cuadran si no hay Champions que echarse a la boca. Y todo porque la entidad ha decidido jugárselo todo a una carta, su presencia en el torneo europeo, antes que sanear las cuentas desprendiéndose de alguna de sus dos grandes estrellas, su más valioso, y único, patrimonio deportivo.
Abel alineará a Forlán y Agüero dinamitando la posibilidad de traspasarlos
La subida salarial del uruguayo, que le igualaría con el Kun, está paralizada
Y eso no deja de ser un ejercicio de funambulismo financiero. El Atlético tiene sólo una red: entrar en la Liga de Campeones. Esta red desaparecerá si de la eliminatoria que hoy inicia ante el Panathinaikos en el estadio Spiros Louis, de Atenas, no sale ganador. Entonces, el Atlético se habrá dejado en el camino todo, la bolsa y la vida.
El laberinto en el que se encuentra el Atlético en este envenenado aperitivo de la Champions parece demoniaco. Todo el engranaje puesto en marcha por el club parte de una idea: seguir adelante. Por eso Abel alineará hoy a lo más selecto de su plantel con Forlán y Agüero al frente. Y si el equipo se clasifica para la verdadera Liga de Campeones, tras el partido de vuelta del martes en el Calderón, fiesta nacional. ¿Y si no? Siniestro total. Porque todos los movimientos del club pasan por su aparición en el gran escaparate. Por eso sigue el Kun en nómina. Por eso sigue Forlán. Aún es más: por eso al uruguayo, bota de oro la pasada temporada, no se le ha hecho efectiva la prometida subida de sueldo, ésa que le llevaría de cobrar tres millones al año a llegar a 4,5, el mismo estipendio del que goza Agüero, el mejor pagado del plantel.
Todo está paralizado en el Atlético a la espera de esta eliminatoria. Fuentes del club calculan que la presencia en la máxima competición supondría, a poco que el equipo se asomara a los octavos de final como la pasada temporada, un ingreso de entre 20 y 25 millones de euros. Que no es moco de pavo en una empresa cuyo presupuesto no superaba la pasada los 130 millones. Una quinta parte, casi. En caso de caer eliminado, el Atlético se encontraría tiritando. Necesitaría vender. ¿A quién? Al jugar hoy, Forlán y Agüero, los únicos que dejarían dinero en caja, quedarían vetados para cualquier equipo que dispute la Champions. Y por el resto nadie puja. Ni por Maxi, a quien el club puso en el mercado esperando ingresar cerca de 10 millones, y esperando sigue, ni por el denostado Reyes, cuyo sueldo, cercano al del mismísimo Forlán, "es insostenible", según fuentes de la entidad. Y qué decir de Cléber, cuya digna temporada en el Mallorca no ha abierto el apetito a nadie, o de Perea, ni siquiera convocado para el partido de Atenas por Abel. El Atlético apenas ha ingresado algo hasta ahora en caja por ventas. Tampoco se ha gastado demasiado, más allá de los cinco millones desembolsados al Valladolid por un portero de garantía como el joven Asenjo, pues el defensa Juanito llegó gratis del Betis.
"El club, los jugadores, todo el mundo sabemos lo que nos jugamos. Pero no hay que caer en el alarmismo. Toda la pretemporada ha estado enfocada a esta eliminatoria y por eso nos hemos enfrentado a rivales muy duros con el fin de llegar aquí en un estado óptimo. Creo que lo hemos conseguido", decía ayer Abel. Tiene razón al hablar de rivales de entidad. El Atlético se ha medido, entre otros, al Benfica (victoria por 1-2), Ajax (3-3), Arsenal (derrota por 2-1) y Liverpool (triunfo por 1-2).
Ninguno, ni mucho menos, es inferior al rival de hoy, el Panathinaikos, que, sin embargo, aterra no por sí mismo, sino por todo lo que se juega el Atlético. En el partido de hoy el club rojiblanco se juega su futuro deportivo -nada es comparable al escaparate de la Champions- y el económico, que ha paralizado a la entidad, cuyo órdago ha sido demoledor. Agüero y Forlán valen lo que valen las cláusulas de rescisión de sus contratos, 60 y 36 millones respectivamente, y quien no llegue con ese dinero "que no llame a la puerta", dice Cerezo.
"Sólo un equipo llamó", aseguran desde el club sin desvelar el nombre del ofertante, sí el del demandado: Forlán, convencidos como están de que el próximo día 28 el Atlético estará en el bombo de la mejor competición por equipos del mundo. Y lo estará con el Kun y con Forlán.
Triunfo deportivo o suicidio económico. Eso se juega el Atlético ante el Panathinaikos.
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