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Colas y decepción en las oficinas del Inem

Pedro Gorospe

"Sólo pueden solicitar la ayuda de 421 euros quienes hayan agotado el paro o el subsidio a partir del 1 de agosto pasado". Ésa fue la frase más repetida ayer por los trabajadores del Inem en todas las oficinas de Euskadi, para enfado de la mayoría de los solicitantes, que hicieron largas colas para informarse de si cumplían o no las condiciones para acogerse a la última ayuda que ha puesto en marcha el Gobierno central. "No tiene sentido. Yo que llevo 18 meses desde que se me acabó el paro tengo más necesidades que la gente a la que se le acabó hace 17 días. No es justo. No entiendo que se te haya tenido que acabar el paro a partir del 1 de agosto", se mostraba contrariado en la principal oficina del Inem en Vitoria un joven que se identificó como Álvaro.

"Está mal. Llevo un año en paro y me dicen que no me dan los 421 euros"
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La concesión de la ayuda está además limitada a que la unidad familiar no reciba ingresos superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), situado en 624 euros mensuales, y resulta incompatible con la percepción de cualquier otra ayuda de inserción.

A las nueve y media de la mañana, unas 40 personas ya guardaban cola en la oficina vitoriana para solicitarla. Y, como Álvaro, la mayoría abandonaba las oficinas con una gran decepción. "Todavía no he concedido ni una sola ayuda" explicaba uno de los funcionarios de los puestos de atención al público. "La mayoría no tiene ingresos desde hace meses", explicó.

Tahar S. es argelino y quiere volver a su país. "Quiero volver con honor, no así". Lleva un año sin cobrar ni un euro, y cuando llegó a la ventanilla le comunicaron que no cumplía los requisitos. "Tengo más de tres años de trabajo. Llevo un año en paro, he hecho todos los cursos del Inem y me dicen que no tengo ayuda. Esto está mal" se quejaba con amargura.

Las primeras estimaciones del Gobierno vasco fijan en unos 10.000 los posibles perceptores de la ayuda, sobre los más de 35.000 parados que no reciben ni subsidio ni prestación alguna. Es decir, algo menos de un tercio de los 116.000 desempleados de Euskadi. CCOO se congratuló ayer de la puesta en marcha de la ayuda, porque "poco a poco se van cubriendo a los sectores y personas más desfavorecidas". A pesar ello, su responsable de negociación colectiva, Javier López, la calificó de "insuficiente" por su cuantía.

Mari Carmen tiene 50 años, una invalidez permanente total del 33%, y se acercó al Inem para que le dijesen si en esas condiciones puede acogerse a las ayudas. "Mi marido cobra muy poco, pero no sé si me la van a dar", aseguraba en la cola.

Las caras reflejaban tristeza en la mayoría de los casos. Los desempleados entraban y salían después de esperar una media hora y salvo alguno que otro que se frotaba las manos, los más contaban frustrados a sus amigos y conocidos: "Para este viaje mejor si me hubiera quedado en la cama".

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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