Saura vuelve al musical 'jondo'

Carlos Saura vuelve al baile y de paso a un proyecto de cine. Mientras discurran las funciones de Flamenco hoy, desde el próximo 19 de agosto en el escenario Puerta del Ángel, ya el cineasta y director escénico estará con cámara a dos manos: en una la de fotos, en otra de filmar. Una excitante rutina que ya practicó en los ensayos. El espectáculo cuenta con dirección musical de Chano Domínguez, vestuario de Antonio Alvarado y coreografía de Nani Paños y Rafael Estévez. El propio Saura explica: "Hay un gran arco con la música, desde Boccherini al jazz, y en la obra se da cita una generación magnífica". En el reparto, Rocío Molina, Pastora Galván, Concha Jareño y Jonatan Miró, entre otros. Al cante, David Palomar, Jesús Méndez, Blas Córdoba, La Tremendita, La Genara, Israel y Alba Carmona. Ya se dice que esos jóvenes recordarán con su arte a Gades, Caracol y Mairena.

El arte de la nueva generación recuerda al de Gades y Mairena

Tanto han cambiado los tiempos que ya no se teme al término musical, otrora tenido como algo menor y comercial: "Podríamos hablar de musical abierto y con sendas novedosas. Nos hemos arriesgado, pero por supuesto, con un respeto máximo por el género. Soy consciente que esto prepara el camino para trabajos futuros", dice entusiasmado el cineasta aragonés, que se afana en explicarse: "Mi querencia con el flamenco viene de antiguo, y probablemente me habréis oído ya esta historia. Me viene de pequeño, pues he sido niño de la guerra y de la posguerra; oía a los milicianos por las calles, los obreros de la construcción desgranando sus hipíos. Cuando tenía 18 años, como era delgado y alto, pensé que podía ser bailarín, quería aprender flamenco, y me fui a la clase de La Quica, que estaba en una casita encalada donde tenía un tocadiscos viejo. Puso un disco y me dijo: 'Baile'. Y yo me puse a ello".

Pero la cara de La Quica no auguraba nada bueno: "Con toda sinceridad", le dijo al joven Carlos, "no ha nacido usted para esto. Dedíquese a otra cosa". Y eso fue decisivo, Saura se hizo fotógrafo: "Hasta que llegué a ser el fotógrafo oficial del Festival de Granada, y allí retrataba flamenco y ballet clásico, retraté juergas y ballets, y allí aprendí una cosa que aún veo en esta obra de hoy: la fascinación por los ensayos y por la repetición. Allí hay algo mágico en la etapa de construcción. Dentro de la clase de baile se vive eso también siento siempre el mismo deseo de integrarme".

El flamencólogo José Luis Ortiz Nuevo, asesor de Flamenco hoy, se muestra seguro al afirmar: "Para mí se trata de un proyecto ejemplar. No le echo flores para que paguen pronto, sino que la apuesta de los productores, que vienen del mundo del jazz, es saludable y más que un productor no andaluz se interese así en esto. Hay de todos lados, hasta un cubano-moscovita [el bajista Marín Meléndez]".

El reparto se nutre fundamentalmente de andaluces, pero hay también artistas madrileños y de otras zonas peninsulares. Ortiz Nuevo destaca que toda la plantilla ronda los veintitantos años: "Es la osadía frente a la madurez. La idea de esta obra es que sea perdurable, que tenga larga vida. Para poder hacerlo así había que convocar a artistas muy jóvenes". Y continúa elogiando al plantel: "Para acercarse al flamenco, y todos éstos lo saben, hay que estudiarlo. En estos jóvenes hay la voluntad de currar; es alentador verles y contradice a esos pusilánimes de siempre que ponen al flamenco en crisis y hablan constantemente de la desaparición del género". Entrando en detalles, según Ortiz, "Pastora y Rocío son dos ejemplos de cómo se puede bailar de manera colosal con poco más de 20 años".

Flamenco hoy, de Carlos Saura. Escenario Puerta del Ángel. Del 19 al 23 de agosto. 21.30. Entradas: 50, 45, 40 y 32 euros. Autobuses desde Cibeles. www.esmadrid.com/veranosdelavilla