Un nuevo Nadal, un nuevo peligro

Cuando el reloj se acerca a las 17.00 horas locales del sábado, los altavoces del aeropuerto de Montreal atronan con avisos y Rafael Nadal y su equipo esperan para embarcar con destino a Cincinnati, donde jugará a partir del miércoles. El tenista que se marcha, sin embargo, no es el mismo que llegó a Canadá. Es un jugador nuevo. Ha perdido el número dos del mundo, conquistado por el escocés Andy Murray. Se ve obligado a viajar con una máquina de magnetoterapia, a la que duerme enchufado. Y ha decidido cambiar un hábito competitivo que le acompaña desde siempre.

De vuelta a las pistas tras dos meses y medio de inactividad por los dolores que sufría en ambas rodillas, Nadal anunció que no disputaría el dobles en Cincinnati junto a Novak Djokovic, con quien ya había pactado el asunto. "Rafa quiere tomarse este torneo más tranquilo", dicen fuentes de su equipo. ¿Qué ha impulsado esa decisión del número tres? "No lo sé", contesta Toni Nadal, su tío, técnico y mentor. "Supongo que será para no forzar más de la cuenta". ¿Cómo está de sus dolencias? "Bien, aunque si estuviera mal también diría que está bien. Pero está bien".

"Mis resultados justifican el puesto. El objetivo es el 'número uno", dijo Murray

"Rafael paga la inactividad y el cansancio", argumenta Toni Nadal

Murray lo ha cambiado todo. "Este es el mayor paso que he dado en mi carrera", reflexionó el escocés de 22 años. "Rafa ha estado lesionado, pero yo he hecho lo suficiente para justificar ser el número dos y acercarme a ser algún día, espero, el número uno, que es una de mis metas. Es una cosa dificilísima de hacer, porque Rafa y Roger, quizás, sean los dos mejores tenistas de la historia".

El escocés es el primer tenista que logra meterse entre Nadal y Federer desde julio de 2005. Murray ha seguido un riguroso programa de entrenamiento durante las vacaciones de verano, con dos semanas en Miami acompañado por su numeroso equipo -dos entrenadores, un fisioterapeuta y un preparador físico-. El objetivo: esculpir su cuerpo a ritmo de silbato, con series de 400 metros -diez, con intervalos de 1m 16s entre cada una- y carreras de 11 kilómetros; con dietas basadas en la ingesta de sushi y chocolate, alimentos de alto contenido calórico; y con entrenamientos programados para coincidir con las horas más calurosas del día -nunca perdió un set. Sus éxitos, sin embargo, no sólo han cambiado la clasificación.

Si Nadal mantiene su renuncia al dobles estará poniendo en práctica el primer cambio significativo en su forma de afrontar el cargado calendario del tenis. "La pérdida del número dos no tiene ninguna relevancia", argumentan, sin embargo, desde su equipo. "En la race [la clasificación del año], Rafa está el segundo, muy cerca de Federer".

¿Qué tal su juego? "Me sorprendió un poco [para bien] el primer set ante Del Potro", explica Toni Nadal, que ha pasado sus noches viendo por televisión los partidos de su pupilo. "Si hubiera tenido el primer set, hubiera podido ganar. Pero tres sets para él, todavía... jugó un buen primer set y luego no tuvo reacción posible. Pagó la inactividad, el cansancio", continúa. "Ahora hace falta ver el desarrollo: a Rafael le veo bien, pero eso es normal, porque lo que hemos visto es escaso. Tiene ilusión en seguir estando ahí arriba. ¡Faltaría más!" ¿Y los problemas de concentración? "La concentración la tienes cuando vas compitiendo. Se consigue a base de partidos. Tras estar medio año jugando desconcentrado, cuesta más recobrar los hábitos de concentración. Confío en que lo logrará".