Fama, dinero y muchas mentiras

El matrimonio Pells es pura apariencia, mera ficción. Cada noche, la pareja formada por Martin Pells y Sol Echagüe, a quienes dan vida Miguel Barberá (L'Alquería Blanca) y Beatriz Segura (Hospital Central), presenta en perfecta armonía el informativo con mayor audiencia de la televisión. Sus nombres son sinónimo de reconocimiento social y buen hacer periodístico pero, cuando se apagan los focos, emerge la verdad. Y es que los Pells se odian. Martin es gay y su matrimonio una farsa que sólo funciona de cara al público. Ellos son los personajes principales de Los exitosos Pells, comedia producida por Zepellin y que Cuatro estrenará en septiembre. Se trata de la adaptación de una popular serie argentina del mismo título. El formato también se ha vendido a Colombia, Chile y México.

Cuatro estrenará en septiembre la adaptación de la serie argentina

Miguel Barberá y Beatriz Segura, ataviados de piratas, aprovechan un descanso en el rodaje para hablar de la serie. La escena que graban transcurre en una fiesta de disfraces, de ahí que los Pells hayan abandonado su sofisticado vestuario habitual. Barberá ve en esta comedia "una nueva manera de acercarse al periodismo". La imagen pública frente a la vida privada. "A la gente le interesa lo que hay tras las cámaras. Aquí la trama empieza cuando acaba el informativo", afirma el actor.

La serie "no es una sátira dirigida a nadie, no se basa en hechos reales. Pero podrían serlo", dice Segura entre risas. "Habla de cómo se viven los cuernos, la homosexualidad y la fama", remata la actriz.

Barberá afronta un arduo trabajo: interpreta a dos personajes totalmente opuestos. Por un lado es Martin Pells, un tipo que "busca el éxito por encima de cualquier cosa", afirma el actor; por otro, es Gonzalo, un actor con un sorprendente parecido al presentador y que recibirá el encargo de suplantarlo.

Segura define a Sol como "un poco lunática" y destaca su lado más cómico. Su comportamiento oscila entre la dulzura y la rudeza según esté o no ante la cámara, y la presión de simular un matrimonio perfecto "le provoca algunos tics". Además, Sol posee la integridad que a Martin le falta. "Ella cree en los principios del periodismo y es una buena informadora; él no ha jugado limpio, pero la supera, a mi pesar", confiesa la actriz.