El festival de Locarno acoge con frialdad el filme de Recha
No todos los días una película española se estrena ante 8.000 espectadores. Sucedió en la noche del martes, en la imponente Piazza Grande de Locarno. El realizador catalán Marc Recha presentaba Petit Indi. No cuajó demasiado. El público suizo acogió el filme protagonizado por Eduardo Noriega, Sergi López y Marc Soto con frialdad. Apenas le dedicaron "un breve aplauso de cortesía", tal y como lo definieron los medios suizos.
La película narra la historia de Arnau, un adolescente tímido cuya vida gira en torno a los pájaros cantores que cuida con pasión en una modesta vivienda de la periferia de Barcelona. Si bien la cinta marca un avance respecto a la esotérica Dies d'agost, última película de Recha presentada en Locarno (un festival donde el arte del catalán es apreciado), el particular ritmo de Petit Indi la hizo difícil para el público asistente.
Filmada en Valbona, un barrio deprimido a orillas del río Besós, Petit Indi penetra en un universo que está en las antípodas de la capital del lujo y sofisticación que imaginara Woody Allen en Vicky, Cristina, Barcelona. Arnau trabaja en una fábrica de cervezas mientras su madre está presa en la prisión barcelonesa de Wad Ras, lo que lleva al hijo a buscar la manera de conseguir dinero para pagar un abogado que la saque de la cárcel. Recha llegó a Locarno junto a la actriz Laia Ramón, Noriega y Soto para defender su película, fuera de competición. El realizador definió su última criatura como "una fábula sobre la pérdida de la inocencia, el azar y el paso del tiempo". Recha explicó que desde un primer momento contó con la participación de Eduardo Noriega, quien fue la primera persona en leer el guión.
Noriega, que se definió como "un apasionado de la mirada cinematográfica de Recha", explicó que siempre "busca un componente de riesgo a la hora de aceptar un proyecto". En este caso, uno de los desafíos fue hablar en catalán, lengua que no es la suya.
