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Un hombre confiesa que mató "por odio" a su madre y a su hermanastro

El detenido en Madrid sufre esquizofrenia pero no tomaba la medicación

F. Javier Barroso

Caso resuelto. La policía ha dado por solucionado el doble crimen ocurrido el lunes por la tarde en el distrito madrileño de Retiro con la detención de Gabriel G. E., de 22 años, hijo de una primera relación de la mujer muerta, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid. El arrestado, que acudió a la vivienda de la familia por la noche, se confesó autor del parricidio y afirmó que lo había hecho por "odio". Fuentes policiales confirmaron que Gabriel sufre esquizofrenia y que no se tomaba la medicación, pese a que estaba diagnosticado.

Los hechos ocurrieron en una vivienda de la segunda planta del número 10 de la calle de Luis Mitjans. Un comunicante anónimo alertaba de que se estaba produciendo un incendio en esa casa. Cuando acudieron los bomberos del Ayuntamiento de Madrid, se toparon con dos cadáveres en la cocina. Se trataba de Estela Espinosa Ruiz, de 45 años, y de su hijo recién nacido, Miguel Ángel Montserrat Espinosa, de seis meses. Ambos habían muerto de forma violenta antes de que se produjera el incendio. La policía interrogó a la actual pareja de Estela, Antonio, de 40 años, un hombre nacido en Londres pero con nacionalidad española. Éste, que declaró en calidad de testigo, quedó en libertad por la noche.

La mujer fue asesinada a martillazos y el bebé fue ahogado

Sin embargo, el caso quedó resuelto unas horas más tarde, cuando acudía de nuevo a la vivienda Gabriel G. E. Como un coche patrulla estaba custodiando la vivienda para la inspección ocular que se realizó ayer, los agentes vieron a un hombre que se acercaba. Le pidieron la documentación y lo trasladaron a la Brigada Provincial de Policía Judicial, donde prestó declaración.

Allí confesó su crimen. Según fuentes policiales, el detenido mató a los dos familiares por "odio". El doble crimen lo cometió a las 7.30. Golpeó a su madre con un pequeño martillo repetidamente en la cabeza hasta acabar con su vida. Después, cogió al recién nacido de su cuna y lo metió en una pequeña bañera hasta que lo asfixió.

Gabriel llevó ambos cuerpos hasta la cocina, según su relato, donde abrió la espita del gas para provocar una explosión. Para favorecer la deflagración encendió la luz de la cocina y se marchó, cerrando la puerta. Pero su plan le falló. Cuando regresó a las cuatro de la tarde, no se había producido la explosión, por lo que buscó un plan alternativo. Eligió directamente el pegar fuego a varios muebles de la casa, lo que provocó varios focos. Eso llevó a los bomberos y a la policía a que desde un primer momento se percataran de que se trataba de un incendio intencionado. Después, cerró la puerta y se marchó.

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La policía le llevó ayer a un hospital para que recibiera atención médica adecuada para el trastorno mental que sufre. Según fuentes de la investigación, pese a estar diagnosticado, Gabriel no se tomaba la medicación.

Estado en que quedó la vivienda tras el incendio que provocó el detenido después de cometer el doble crimen.
Estado en que quedó la vivienda tras el incendio que provocó el detenido después de cometer el doble crimen.SAMUEL SÁNCHEZ

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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