Condena a un abogado por no defender bien a dos clientes

El letrado gaditano Ramón Dávila deberá indemnizar a los familiares de tres antiguos empleados de la factoría de astilleros Navantia de Cádiz fallecidos en 1986 en un accidente laboral y a cuyas familias representó tras el suceso. El abogado, según una sentencia de Audiencia Provincial de Cádiz, cometió un acto de negligencia profesional al dejar pasar los plazos establecidos para la formalización las demandas civiles y laborales del caso, lo que pudo afectar a la cuantía de las indemnizaciones percibidas por las viudas e hijos de los trabajadores muertos.

La Audiencia de Cádiz incrementa la cifra que estableció anteriormente el juzgado 4 de Cádiz y obliga ahora a Dávila a satisfacer 255.000 euros a dos de las viudas y a nueve hijos, según informó ayer Diario de Cádiz.

Los hechos se remontan al 31 de octubre de 1986, cuando estos tres obreros perdieron la vida en los astilleros de Cádiz al caer al vacío desde 20 metros de altura tras romperse el cable de una grúa. Los tres estaban subcontratados.

El condenado ha presentado un recurso de casación ante el Tribunal Supremo y afirmó ayer que "no hubo negligencia". Dávila aseguró que no cobró remuneración por los servicios prestados a las familias y que "incluso pagó de su bolsillo los informes de los peritos". Según el letrado, las familias recibieron "una muy buena indemnización". Cobraron, explicó, "unos 200.000 euros y obtuvieron un incremento del 40% en las pensiones de viudedad y orfandad".