La entrada del Consejo Islámico en el negocio turístico divide a musulmanes

El Consejo Islámico de Cataluña, la organización musulmana más importante y mimada de la Administración catalana, ha decidido irrumpir en el mundo de los negocios turísticos. Y se ha convertido en promotora y principal accionista de una agencia de viajes especializada en peregrinaciones a La Meca. Su participación en un negocio turístico ha provocado la indignación de numerosos fieles y dirigentes de la comunidad musulmana catalana que consideran que esta actividad incumple los objetivos de la entidad y es incompatible con sus finalidades religiosas. Algunos dirigentes piden incluso una investigación, la intervención de las cuentas del Consejo Islámico, la dimisión de la junta y la convocatoria de unas nuevas elecciones.

Travel Tours Consejo Islámico de Cataluña S.L. es el nombre oficial que utiliza el Consejo Islámico para sus actividades turísticas. La empresa fue creada oficialmente en marzo de 2007, con un capital social de 60.000 euros, colocando a la cabeza de la misma y como administrador único a Hassan Halhoul, quien también ocupa la secretaría general del Consejo Islámico, desde que se fundara esta organización en abril del año 2000, bajo los auspicios de la Generalitat.

La participación del Consejo Islámico de Cataluña en la empresa turística es del 51%, mientras que el resto de las acciones de la firma son propiedad del súbdito saudí Manssur Saad M. Alsubhy, quien en la nota registral aparece como apoderado. Manssur Saad desempeña en esta operación un papel importante: es el enlace con la Administración y el Gobierno de Arabia Saudí, que ha otorgado a Travel Tours Consejo Islámico de Cataluña S.L. la acreditación imprescindible para comercializar los peregrinajes a La Meca, según medios de la comunidad.

Aunque la fecha de creación de la agencia de viajes del Consejo Islámico data de 2007, la firma permaneció inactiva hasta hace pocos meses, en que sus promotores decidieron sacarla a la luz pública, y alquilar un local en un lugar estratégico del barrio de El Raval, en la calle de Nou de Sant Sadurni.

El administrador único es Hassan Halhoul, que en el local anexo a la agencia se dedica a despachar los asuntos religiosos inherentes al Consejo.

El precio del hasta ahora único producto que ofrece la agencia -la preceptiva peregrinación a La Meca- es de 3.800 euros, lo que incluye el pasaje en avión de Barcelona a Arabia Saudí de ida y vuelta, las tasas, el visado y la estancia en un hotel de tres o cuatro estrellas, cercano a la mezquita de peregrinaje.

No obstante, no renuncian a trabajar con otros destinos, "como cualquier agencia de viajes", asegura Mohamed Touis, director comercial. Las voces críticas con esa irrupción en el mundo turístico han llegado incluso a la dirección general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, que en los últimos años ha concedido ayudas económicas y no ha dudado en atribuirle un papel de liderazgo dentro de la comunidad musulmana.

"No se puede mezclar los negocios con la religión. Hacerlo supone proyectar sombras sobre la gestión y las cuentas de una entidad religiosa, el Consejo Islámico de Cataluña, que jugó un papel importante en el momento de su fundación, aglutinando a los musulmanes catalanes, pero que desde hace un tiempo ha entrado en una vía dudosa e incierta. El Consejo ha perdido su representatividad y liderazgo", ha asegurado Mimon Jalich, presidente de la Asociación Marroquí y activista religioso en la comarca del Maresme. Estas afirmaciones son compartidas por otros líderes religiosos, entre ellos Nourdine Ziani, de la zona de la Anoia.

"Lo único que hace el Consejo es servir de asesor a esta agencia de viajes en las ofertas de peregrinación a La Meca", ha asegurado Mohamed Touis, quien ha destacado que todos los papeles están en regla y que los acuerdos relativos a la creación de la agencia se tomaron en el seno de la junta.