Sasha abre camino

"Asumís el compromiso de garantizarle la mejor educación posible, basada en el respeto a los demás, en la libertad, la tolerancia y la solidaridad". Así le dio el alcalde de L'Alcora, Javier Peris, la bienvenida a Sasha Giménez Cabedo ayer al mediodía en el salón gótico de la Casa de la Música; con algunos extractos de la Declaración de los Derechos del Niños de Naciones Unidas y de la Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos en la Ciudad. Fue la primera ceremonia civil de otorgamiento de carta de ciudadanía celebrada en la Comunidad Valenciana, también conocida como bautismo civil. Varios padres ya se han interesado en seguir sus pasos en el propio Ayuntamiento de la localidad castellonense. Con solo un año de edad, Sasha ya ha abierto camino.

"Creo en Dios, pero no en la Iglesia. Y quería darle una fiesta a mi hijo"

Aunque a escasos 50 metros de la Casa de la Música sonaban las campanas de la misa de doce en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en la ceremonia civil no hubo pila bautismal, agua bendita, crucifijo, ni sermón. "Creo en Dios, pero no en la Iglesia. No quería bautizar a mi hijo, pero sí hacerle una fiesta. Vimos en los medios el bautizo civil del hijo de Cayetana Guillén Cuervo, nos gustó la idea y lo solicitamos por escrito al alcalde", explicaba ayer la madre, Sandra Cabedo, tras la ceremonia.

Sí hubo música (sonó La Oreja de Van Gogh), padrinos (el tío materno y una amiga de la familia) y palabras de cariño para el protagonista, las de su madre y de su abuelo, Jaime, quien leyó un poema. A la ceremonia, que duró poco más de diez minutos, acudieron cerca de 50 personas entre familiares y amigos, además de una quincena de periodistas. Al niño y a la madre no parecían intimidarles las cámaras. El alcalde les regaló un plato cerámico y, tras el acto, cogió al niño en brazos y posó para los medios.

En realidad, Sasha fue bautizado civilmente como Izar. "Su padre biológico le registró como Izar, pero yo se lo cambié a Sasha, que es mi mejor amigo, y ahora se lo cambiaremos en el Registro Civil", narraba la madre acompañada de su actual pareja.

El primer bautismo civil en España fue el de Marcel, hace cinco años en Igualada (Barcelona), pero la villarrealense Sandra Cabedo cayó en la cuenta el pasado mes de junio, al ver en los medios el de Leo, hijo de la actriz Cayetana Guillén-Cuervo y del fotógrafo Omar Ayashi, quienes pusieron el altavoz al bautismo civil, en Madrid.