"Los conciertos son una liturgia antigua"

Extrovertido, culto y de mentalidad abierta. Patrick Alfaya, el nuevo director de la Quincena Musical donostiarra, afronta los primeros días de la nueva edición, la 70ª, de uno de los festivales de música clásica más importantes de España. Energía e ideas innovadoras no parecen faltarle.

Pregunta. Han empezado con fuerza este año...

Respuesta. Los primeros días de la Quincena han ido bien. La Fura ha sido un éxito, los conciertos de órgano y el de Savall también y el de Barenboim ha sido un éxito de público.

P. ¿Ahora que ya lo conoce de cerca, es conservador el público de San Sebastián?

R. Me habían comentado que lo es, pero yo creo que no. Padrissa [el director de La Fura] me dijo que esperaba una reacción mayor cuando las mujeres enseñaban los pechos o en las proyecciones de elementos de estética sadomasoquista. Tenemos el mito de que el público es conservador fuera de Madrid y Barcelona. Lo hay, sí, pero también lo hay allí.

"Me dijeron que el público donostiarra es conservador, pero creo que no"

"Si este festival puede liberar las arcas públicas, mejor"

P. Echenique, anterior director de la Quincena, aseguró una vez que el público es comodón.

R. Sí, puede ser cómodo, pero cuando le propones cosas, responde. Los directores y gerentes también lo somos. Todos tendemos a lo que conocemos. La gente va a ver a Madonna porque conoce a Madonna; eso también es conservador.

P. Lucha contra el eterno problema de atraer a los jóvenes.

R. Creo que lo mejor es traer cosas como La Fura. Hubo quien vino por esta compañía y me dijo: "Oye, lo que se oía por detrás estaba bien". Este tipo de fórmulas funciona. El problema es que la forma de las ceremonias de los conciertos casi no ha avanzado desde el siglo XVIII. Somos como una especie de Iglesia Católica. Sale la orquesta, se aplaude; sale el concertino, se aplaude... Son estructuras muy jerarquizadas. Es una liturgia un tanto antigua, con todos vestidos de pingüino. Y eso que aquí lleváis una vestimenta más relajada y estoy encantado con ello.

P. Romper ese elitismo con entradas caras...

R. También hay entradas de 10 euros. La gente paga lo mismo para ir al fútbol o de copas. Además, tenemos que financiar esto. Si este festival puede liberar las arcas públicas para que el dinero sea para educación o sanidad, mejor. De todos modos, proyectamos de forma gratuita Carmina Burana, lo que La Fura aceptó sin cobrar. Y queremos que haya la posibilidad de devolver entradas del abono si no puedes ir. Así tendríamos más entradas y podríamos abaratarlas.

P. ¿Quiere democratizar la música clásica?

R. Los auditorios son como catedrales. Yo me he criado en ellos. Detestaba la música clásica, y mira hoy. En otras ciudades hemos llevado asociaciones de barrios a los auditorios, y hay gente con una especie de respeto. Una señora en La Coruña me decía que no sabía si coger el programa de mano por si era de pago. No es ninguna tontería. Este mundo queda distante y hay que romper barreras.

P. ¿Cómo se perfila el presupuesto de 2010 con la crisis?

R. Es posible que se note más. Por la recaudación de impuestos es ahora cuando las instituciones públicas ven los problemas de recaudación, pero no habrá recortes en calidad, sino en cantidad. Hay ciclos que no se pueden tocar. El Kursaal es lo que más cuesta, pero es lo que atrae a más público. El Ciclo de Órgano no lo tocaremos, porque es una partida pequeña y el contemporáneo, tampoco.

P. ¿Qué se puede mejorar?

R. Jose Antonio [Echenique] ha ido mejorando la Quincena año tras año. No se puede mejorar en programación. Se pueden traer cosas nuevas, obras que no se hayan traído, y facilitar la accesibilidad para discapacitados y colectivos que no suelen acudir a estos espectáculos. En San Sebastián la gente responde muy bien ante los eventos culturales. Igual estamos pidiendo demasiado a la gente de Donosti, con el Jazzaldia, la Quincena, el Festival de Cine, el teatro, el ballet... Es un ritmo muy fuerte.

P. ¿Tabakalera entra en sus planes de futuro?

R. No he tenido tiempo de visitar las instalaciones, pero me gustaría hacer proyectos conjuntos, que tiñésemos la ciudad de un mismo color. Quiero hacer actividades en paralelo.

P. ¿Es partidario de programar con artistas vascos?

R. Sí, siempre con la mente puesta en la calidad. No puedes pedir que suba el nivel de la gente si no les das la oportunidad. No les puedes decir: "Estudia, pero nunca te vas a poder desarrollar en tu carrera".

P. Se ha mostrado crítico con la descompensación entre la construcción de auditorios y la inversión en educación musical.

R. Aquí hacía falta una sala para la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Ademas, he oído que Musikene tiene muy buenos resultados. En Donostia existe una balanza. Mi queja es a nivel nacional. Hay que crecer de acuerdo con las necesidades.