Nace un coloso al sur del Estrecho
Mohamed VI impulsa el puerto de Tánger para convertirlo en líder del Mediterráneo
Las Columnas de Hércules, como se llamaba en tiempos de los romanos al peñón de Gibraltar y al monte Jbel Musa, en la costa africana, hace tiempo que ya no son los mojones anunciadores del Estrecho para los navegantes. Para la marina mercante, las nuevas columnas son más bien el puerto de Algeciras, en plena expansión, y el nuevo de Tánger Med I que crece aún más rápidamente.
Tánger Med I ha roto, por lo pronto, el monopolio del tráfico de contenedores en el Estrecho que ostentaba Algeciras que ha perdido, de paso, el liderazgo del que alardeaba en el Mediterráneo. En 2008, su primer año completo de funcionamiento, el puerto marroquí ha movido un millón de contenedores, un 30% de los que absorbe su rival andaluza, y su objetivo es triplicar esa cifra.
El rey ha decidido reeditar en Nador el exitoso ensayo del puerto Tánger Med
La productividad de Tánger supera a la de Algeciras y sus sueldos son menores
Cuando el rey Mohamed VI anunció en 2002 la construcción del nuevo puerto y de su área industrial, quedó claro que los costes salariales serían inferiores a los de sus competidores andaluces. Said Elhadi, presidente de la Agencia Especial de Tánger Med que regenta la zona, reconoce que el salario de un operario marroquí "equivale a la cuarta parte de un español".
"Aquí ofrecemos también un ambiente más sereno", prosigue Elhadi. "No existe un estatuto del estibador ni hay asalariados del puerto", añade. "Cada operador contrata a sus trabajadores". "Nuestra fiscalidad es también más atractiva", concluye enumerando las excelencias de Tánger Med I.
Pero el puerto tiene aún más ventajas. Étienne Rocher, director general en Tánger de Maersk , la multinacional danesa que domina el transporte marítimo, titubea un poco antes de evocarlas. "Aquí se es más eficiente" que enfrente, confiesa. Su empresa gestiona la primera de las terminales de Tánger Med I y otra en Algeciras. Rehúsa dar más detalles, pero otras fuentes del sector indican que la productividad horaria supera hasta en un 10% a Algeciras.
La seguridad laboral rebasa también a la de su rival español. "Sí, tenemos menos accidentes laborales", señala Rocher. "En Algeciras hay hábitos adquiridos desde hace décadas que es difícil erradicar", asegura. "Aquí hemos empezando de cero". "Por eso hemos impuesto normas drásticas". "Está, por ejemplo, prohibido desplazarse a pie" por los muelles.
Tánger Med es ya un éxito -acaba de superar a Marsella en tráfico de contenedores- y cuando esté acabada su ampliación es probable que lo sea aún más. A mediados de junio Mohamed VI lanzó los trabajos de extensión del puerto bautizado Tánger Med II. Cuando esté terminado, en 2014, podrá engullir al año cinco millones de contenedores. Entre ambos rebasarán los ocho millones convirtiéndose, probablemente, en líder en el Mediterráneo y en África.
El enorme complejo portuario en construcción es sólo una de las iniciativas que están transformando el noroeste de Marruecos tan marginado por el difunto rey Hassan II. Tierra adentro se está erigiendo una gran plataforma industrial y logística cuyo botón de muestra es la fábrica que Renault va a erigir en Melloussa -Nissan ha suspendido su inversión - para producir hasta 400.000 vehículos anuales.
Una ciudad nueva va a ser levantada entre Tánger y Tetuán, y es posible que también un aeropuerto, para alojar a los miles de trabajadores que se instalarán en la zona. Mohamed VI la bautizó en enero Chrafate (Belleza) y de aquí a diez años está previsto que albergue a 150.000 personas.
Con su gran zona franca www.tangerfreezone.com junto al actual aeropuerto Tánger es ya hoy en día la región más industrializada de Marruecos después de la de Casablanca. Si los españoles están prácticamente ausentes del puerto -sólo operan los remolcadores de Boluda- sí están presentes con 90 empresas en la zona franca. Son los más numerosos después de los franceses. También hay algunas estadounidenses como Delphi, fabricante de cables para automóviles, que cerró en Cádiz para deslocalizar en Tánger.
Said Elhadi intenta apaciguar los temores que suscita en España el "superpuerto", como lo describe el diputado popular gaditano José Ignacio Landaluce. "La cuarta parte del transporte marítimo mundial transita por el Estrecho, pero sólo un 6% de los cargueros que surcan nuestras aguas utilizan nuestros puertos, marroquíes y españoles, mientras que en el Estrecho de Malaca atraca el 27%", explica. Por eso Singapur está a la cabeza de la clasificación mundial del tráfico de contenedores.
"Está claro que hay margen para crecer sin hacernos la guerra", prosigue Elhadi. "Si todo va bien, dentro de una década entre Tánger Med y Algeciras moveremos 16 millones de contenedores" una cifra sólo superada por algunos de los gigantes portuarios asiáticos.
"Si la tarta crece cada uno tendrá una mayor porción", asegura Manuel Morón, presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, secundando los argumentos de Elhadi. "Somos complementarios", insiste. "Juntos tenemos que comercializar la marca Estrecho de Gibraltar".
Más allá de la mano tendida, Algeciras se ha movilizado para hacer frente al desafío. A principios de 2008 adjudicó a la surcoreana Hanjin una extensión del puerto, la llamada Isla Verde Exterior, que empezará a operar en marzo próximo, prevé Morón. "Habrá otra ampliación en 2012 para duplicar nuestra actual capacidad", anuncia.
Frente a Tánger, "Algeciras tiene la ventaja de estar en Europa", recuerda Morón. De ahí que la conexión ferroviaria para mercancías con el resto de la Península sea clave. A finales de junio la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados instó al Gobierno a impulsar el desarrollo del puerto algecireño y a potenciar las infraestructuras ferroviarias. Fomento licitó el miércoles la mejora de uno de los tramos, el de Ronda a Gaucín, de la línea Algeciras-Madrid.
Con 13 trenes semanales a Madrid, Zaragoza y Barcelona, el transporte ferroviario de mercancías desde Algeciras es hoy en día secundario. El grueso de su actividad consiste en el trasbordo de contenedores de buques transoceánicos a otros menores que los reparten después por puertos europeos y africanos.
Ceuta , en cambio, difícilmente puede reaccionar ante la competencia tangerina. Su puerto mercante es marginal, pero no así el de pasajeros. Hasta ahora absorbía casi la mitad del tráfico que Tánger canaliza de inmigrantes marroquíes en Europa que regresan a su país de vacaciones. Esos viajeros prefrían Ceuta para evitar los atascos que se formaban en verano en el viejo puerto de Tánger.
El traslado, en julio, del tráfico de camiones a Tánger Med ya ha despejado el puerto antiguo tangerino que ahora sólo recibe transbordadores procedentes de Algeciras y, en menor medida, de Tarifa. Quizá por eso, en los primeros 45 días de la Operación Paso del Estrecho , que empezó el 15 de junio, los embarques de la Península a Ceuta han caído un 12% con relación a 2008.
Dentro de unos meses serán también los buques de Algeciras, atestados de pasajeros y coches, los que atracarán en el nuevo puerto marroquí. A sus puertas arranca una autopista y, en breve, un tren que llevan hasta Fez o Marraquech. "La salida será fluida", predice Elhadi. Ceuta perderá así su principal atractivo a ojos de los inmigrantes.
El éxito, aún incipiente, de Tánger Med ha incitado a Mohamed VI a repetir la experiencia, a menor escala, a 30 kilómetros al este de Nador, en la otra punta de la costa mediterránea marroquí, frente a Almería y junto a Melilla. El rey anunció hace un mes la construcción en la bahía de Betoya de Nador West Med que estará acabado en 2015. Se especializará, sobre todo, en hidrocarburos. El monarca potencia de nuevo una zona, esta vez el Rif, ninguneada por su padre.
Al conocer el proyecto, Juan José Imbroda , del PP, presidente de Melilla, no dudó en afirmar que su ciudad será así "menos necesaria". "Marruecos piensa lo mismo que se piensa desde la ciudad autónoma: hay que aprovechar el crecimiento del transporte marítimo en estas costas", señaló Daniel Conesa, portavoz del Ejecutivo local, que reivindica una ampliación del puerto de Melilla. La oposición de Coalición por Melilla (musulmanes) y socialista se resisten a ello.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.