"Hay que aprovechar la dársena y no dejarla vacía"

Un día después de que se confirmara que la 33ª edición de la Copa del América abandonaba la ciudad de Valencia para irse a los Emiratos Árabes Unidos, hosteleros del puerto y vecinos de la ciudad se planteaban qué hacer con la dársena y con las infraestructuras que ha dejado el evento deportivo. A pesar de que unos se lamentan por los beneficios que las regatas dejarán de aportar a la economía y al turismo valenciano, y otros le reprochan al Ayuntamiento que todo lo que se montó alrededor del evento fue excesivo, todos están de acuerdo en revitalizar la dársena y darle un uso social.

Juan Fos, propietario de La Pepica, uno de los restaurantes del Paseo Marítimo, es de los que abogan por no perder la esperanza y esperar a la primavera próxima para saber si Valencia opta a ser la sede de la 34ª edición de la Copa del América. "Comparándolo con 2007, este año va a ser muy flojo, así que hay que hacer más actividades en esta zona", afirmó desde detrás del mostrador. Según Fos, cuyos ingresos han descendido "bastante", el Ayuntamiento debería organizar más eventos náuticos, ya que según declaró, "son los que funcionan".

Para el secretario de la Asociación de Empresarios de Las Arenas, Fernando Turanzo, la noticia de ayer era la que esperaban. "Después del periplo judicial sabíamos que Valencia no sería de nuevo la sede", afirmó. Según Turanzo, que regenta el hostal Mira Mar, en la avenida de Neptuno, la dársena se ha convertido en un lugar triste que necesita un lavado de cara ante las posibilidades que tiene. "Es un punto ideal para ubicar los locales que molestan dentro de la ciudad, como discotecas, bares o una zona comercial", declaró.

Tal y como anunció el miércoles el teniente alcalde del Consistorio valenciano, Alfonso Grau, la intención del Gobierno municipal es la de convertir la dársena en un lugar de ocio para los ciudadanos, aunque respetando las instalaciones y las sedes de los equipos de la Copa del América por si la ciudad repitiera como sede en futuras ediciones.

"Se gastó demasiado dinero y se hicieron demasiadas obras para que ahora esto esté abandonado. Por lo menos que se construya un parque o algo parecido", declaró una señora que paseaba por las inmediaciones de los edificios del evento. Para Elena Marco, vecina de Valencia, el Ayuntamiento tendría que aprovechar el espacio de la dársena y no dejarlo vacío. "Si la ciudad vuelve a tener la Copa siempre se puede rehabilitar el entorno, pero no abandonarlo como ahora", manifestó.