Internet y la crisis engullen casi 200 agencias de viajes en un año

Desde 2001 brotaron como setas, hasta tocar techo en 2007, y ahora han comenzado su particular cura de adelgazamiento. Las agencias de viajes tradicionales están sufriendo los efectos de la crisis y de la competencia de Internet: un total de 196 puntos de venta han desaparecido en el primer semestre del año respecto a junio del año pasado (el 12%), casi todos (140) en la provincia de Barcelona.

Son los datos que hizo públicos ayer Amadeus, el proveedor del sistema tecnológico al que se conectan las agencias de viajes, y suponen un buen termómetro ya que la mayor parte de las empresas del sector en España trabajan con esta firma.

"La crisis ha acelerado un proceso de ajuste que ya se estaba produciendo por la entrada en juego de las agencias de Internet, que a finales de 2008 ya concentraban el 23% de todas las reservas de viaje, y porque había también cierto sobredimensionamiento", explica Íñigo García-Aranda, director de mercadotecnia de Amadeus España.

Los hoteles bajan los precios hasta un 30%, según una consultora

De hecho, Cataluña es la segunda comunidad que más agencias alberga, más de 1.400 (el 17,2% del total nacional), y su densidad (número de puntos de venta por habitante) es superior a la media del conjunto de España: cuenta con una media de 1,9 agencias por cada 10.000 habitantes, frente a la media nacional de 1,7 oficinas, "y muy superior a la de nuestros vecinos europeos", apunta García-Aranda.

Para sobrevivir, todas la agencias, ya operen de forma presencial o a través de la red, se han lanzado a una carrera de ofertas, al igual que la industria hotelera. El precio medio por habitación en los hoteles de Madrid y Barcelona registró en agosto una caída superior al 30%, según el Hotel Price Index (índice de precios de hoteles) del portal de reservas online Trivago, que compara las 50 ciudades más importantes del mundo.

Barcelona, cuyos precios se desploman el 33%, lo que supone la tercera mayor caída en el Viejo Continente, mantiene sus tarifas por encima de 100 euros, hasta 106 euros, lo que sitúa a la capital catalana como la quinta ciudad más barata, igualada con Atenas.