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Cultura urbana en plena forma con O Marisquiño

El festival une en Vigo deporte, música y delicias de la ría

No sólo de adrenalina se alimentan los avezados patinadores y ciclistas que participan en las pruebas deportivas del certamen O Marisquiño. En su forma física, y en sumar atractivos para los espectadores del festival de cultura urbana de Vigo, pensaron los promotores del evento para dar con una idea pionera que aúna estilos tan dispares en apariencia como los de una romería popular con degustación de especialidades propias y los gustos de los urbanitas. El resultado es que en su novena edición, prevista para el próximo fin de semana, tanto participantes como público podrán catar mariscos de la ría entre los habituales puestos de comida rápida.

En la presentación, a cargo de la edil de Xuventude del Concello de Vigo, Iolanda Veloso, y miembros de la organización, se descubrió otra novedad que promete espectáculo. Ya no basta con hacer piruetas en el aire sobre el monopatín o las dos ruedas: el desafío son las calles, cuestas y escaleras de Vigo, que servirán a modo de obstáculos naturales a lo largo del kilómetro trazado para el que será el primer circuito urbano en bicicleta de montaña del certamen. Los corredores tomarán la salida en la muralla del Castillo de San Sebastián y descenderán por las intrincadas callejuelas del Casco Vello hasta la meta, situada en la explanada de A Laxe, sede oficial del festival. "Si sale todo bien, le pediremos al Ayuntamiento que el año que viene nos deje empezar en el Monte do Castro", aventuró el organizador de la prueba, Guillermo Janeiro, con experiencia en varias Copas del Mundo de descenso en bicicleta de montaña.

La música, otro punto fuerte, será servida por La Mala Rodríguez, exponente del hip hop nacional, y el rapero vigués Slowlee, que acaba de publicar su primer disco. Su concierto será el domingo en la Estación Marítima y tendrá un anticipo en forma de fiesta de disc-jockeys en la Sala A! el día anterior. El toque de color lo pondrán artistas internacionales como Cantwo y los gallegos Nano 4814, Sax y Cómic, que agitarán sus espráis en el mural de 25 metros de largo dispuesto por el festival.

El año pasado, 30.000 personas siguieron en directo las actividades de O Marisquiño, que también se retransmiten por Internet. Ahora dan una vuelta de tuerca tecnológica y ponen a disposición de los espectadores de esta novena edición un sistema de información en tiempo real vía Bluetooth, así como conexión a su web oficial a través de códigos bidimensionales.

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