Cañizares se hace enfermera
'Camera café' da paso a 'Fibrilando', que mantiene el mismo esquema
Mismo tono, mismo esquema, mismo equipo, mismo plató y mismos actores. Camera café, en un giro de tuerca, se despide para dar paso a una secuela con la que comparte tantos parecidos que es un poco la misma cosa.
La máquina de café más famosa de la pequeña pantalla se traslada de su oficina habitual a una clínica situada unas plantas más abajo. El título de la nueva encarnación de la serie es Fibrilando. Con este cambio, Magnolia TV y Telecinco, que coproducen la serie, dan un vuelco a un producto que, tras cuatro años en la parrilla y 9.000 sketches emitidos, ha perdido tirón y acusa cierto agotamiento entre la audiencia.
Los sketches de Fibrilando que Telecinco ya adelanta en su web adelantan parecidos más que evidentes con el formato original, aunque en su nueva encarnación la serie ganará en sangre artificial y en humor negro, este último en altas dosis.
Los personajes de la continuación conservan nombre y personalidad
Los personajes que ya conocemos cambian de profesión pero mantienen su nombre y su personalidad. De este modo, Mari Carmen Cañizares (Esperanza Pedreño) se convierte en una enfermera igual de ingenua que su álter ego oficinista. Jesús Quesada (Arturo Valls) pasa a ser un cirujano con tanto morro como su predecesor. Bernardo (César Sarachu) es ahora un estricto farmacéutico que se encarga de despachar los medicamentos de la clínica. Mónica Salazar (Carolina Cerezuela) se convierte en una pediatra tan explosiva como la subdirectora de marketing que ya conocemos. Y Antúnez (Luis Varela), por supuesto, es ahora el director de la clínica.
A los actores habituales de Camera café se suma el cómico Carlos Areces (Muchachada nui, Plutón Brb Nero), que se mete en la piel de José Luis Lacalle Ipaguirre, un médico forense "aficionado a la casquería fina".
Camera café se basa en una idea original francesa que el canal M6 estrenó en 2001. Su versión española se estrenó en septiembre de 2005 y tuvo un buen arranque. A la audiencia le gustó la novedad: una serie compuesta de sketches de entre cuatro y seis minutos que se desarrolla ante una cámara fija situada en la máquina de café de una oficina. Su mejor momento lo vivió durante la segunda temporada, cuando obtuvo una media de 3.859.000 espectadores y un 22,8% de cuota. Sin embargo, la serie, que el pasado jueves 16 de julio cumplió 500 emisiones, acumula cierto agotamiento de audiencia, entre otras cosas a causa de los bailes que ha sufrido en la parrilla. En estos momentos, Telecinco programa una selección de sketches inéditos de la cuarta temporada. La emisión del pasado lunes, por ejemplo, obtuvo 1.920.000 espectadores.
Fibrilando es una idea de Luis Guridi (Justino, un asesino de la tercera edad) sobre el formato original de Camera Café. La nueva serie no verá la luz hasta otoño, aunque no hay una fecha cerrada para el estreno de esta vuelta de tuerca.
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