'Sesión Ibrahimovic'
Todo el Barça se vuelca con el delantero sueco en su primer entrenamiento con el equipo
Jubiloso, se anudó las botas. Ya tenía ganas después de tantas horas sentado a una mesa, observando cómo se entrenaban los compañeros y absorbiendo las nociones tácticas que le impartía parte del cuerpo técnico del Barcelona. Zlatan Ibrahimovic, aún con los puntos de sutura y una férula de plástico en el brazo izquierdo -hace una semana fue sometido a una operación quirúrgica para solucionar una fractura en la base del segundo metacarpiano-, se entrenó ayer por primera vez con el equipo azulgrana. "Con lo que hemos pagado, ya le tocaba comenzar a correr", resolvió con humor el técnico, Pep Guardiola, a la salida de la sesión preparatoria, realizada en la Universidad de Washington, en Seattle, segunda parada en la gira estadounidense.
Nada más empezar el trabajo, el nuevo 9 azulgrana realizó un rondo con Maxwell, Henrique, Alves y Keita. Poco después, el equipo le brindó desde el centro del campo unos sonoros aplausos a modo de recibimiento. Para Guardiola, es primordial que se integre cuanto antes en el grupo. Por eso le incluyó en los ejercicios colectivos a la mínima que pudo, por eso paró la carrera continua que empezó el sueco con el preparador Juanjo Brau y le incorporó al circuito del resto. "Cuando corre, no le hace daño la cirugía", anunció satisfecho Guardiola, que, eso sí, descartó con rotundidad la participación del ex interista en alguno de los dos partidos amistosos que quedan: contra el Seattle Sounders el jueves (en la madrugada española) y el Chivas, en San Francisco (el domingo, también de madrugada).
A Ibra, en cualquier caso, se le iluminó la cara cuando Guardiola decidió que los delanteros probaran a los guardametas con todo tipo de disparos. El nórdico de ascendencia bosnia, al estilo Rambo, se ató una cinta a la cabeza y fue letal: marcó en nueve de los 10 primeros trallazos que conectó. "Les he dicho a nuestros porteros que le dejasen marcar como parte de su incorporación. Ahora será cuestión de hablar con los porteros contrarios", bromeó Guardiola. Luego, alabó su calidad: "Con él podemos hacer cosas diferentes, como mejorar en el juego posicional". De ahí, las largas horas de charlas tácticas. "Le consulté por dónde le gusta moverse, si quiere la pelota al pie o al espacio, dónde le gusta rematar...", enumeró.
Entre otros, Ibrahimovic deberá entenderse con Messi, compañero en la línea de ataque junto a Henry. "Pero eso no quiere decir que Leo deba tener menos presión", matizó Guardiola; "no quiero quitársela. Messi la quiere toda porque le gusta; porque, si no, se aburre, y porque debe saber que el equipo le necesita y que es el mejor. Y a mí me encanta que sienta eso".
No hubo quejas, a excepción de que la hierba estaba un poco lenta y alta, por parte de Guardiola, que advirtió: "Messi, Xavi, Puyol, Iniesta... Son un buen ejemplo para los canteranos. Lo han ganado todo y demuestran muchas ganas. Así, los jóvenes les miran y aprenden. Eso casi vale más que un año en el fútbol base". Iniesta, sin embargo, sigue entrenándose en solitario para recuperarse de un virus estomacal. De momento, el que la rompe ya es Ibrahimovic.
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