El precio del aceite sube un 25% por la demanda y el fuerte almacenamiento

El aceite de oliva ha seguido las últimas semanas su escalada de precios en origen con un incremento medio superior al 25%, según datos manejados por los diferentes índices de los mercados. Frente a unas cotizaciones que hace unos meses se situaban en sus niveles más bajos (1,60 euros kilo en origen para un tipo de aceite lampante, ácido, de calidad media), en la actualidad los precios han llegado ya a superar los dos euros. La mayor demanda y el fuerte almacenamiento de los productos hasta que llegue la próxima cosecha están detrás de estas subidas.

En lo que afecta al consumidor, las cotizaciones para el mismo tipo de aceites no vírgenes, que llegaron a estar por debajo de los 1,80 euros, sobre todo en las marcas de la distribución, hoy se sitúan en una cifra media de 2,10 euros litro.

Las previsiones apuntan a que los precios seguirán subiendo en los próximos cuatro meses hasta el inicio de campaña y hasta que llegue al mercado el aceite nuevo. A partir de esa fecha, se contempla la posibilidad de nuevas bajadas si se confirma una gran cosecha. Según los datos manejados por los operadores e industriales, no había razones hace unos meses para el hundimiento de los precios por debajo de los costes de producción, ni hay razones objetivas ahora para que se produzca una escalada a las puertas de una cosecha que se presenta en principio muy elevada.

Sobre el papel, la subida de los precios se habría debido a la decisión comunitaria de autorizar el almacenamiento de hasta 100.000 toneladas de aceite. Sin embargo, la realidad es que, frente a esa cifra (o las 110.000 toneladas que pedía el sector productor en España), solamente se presentaron peticiones para guardar unas 60.000 toneladas. Al final, según parece, se han inmovilizado 35.700 toneladas con una ayuda de 1,30 euros tonelada y día para un periodo de seis meses.

El pasado 30 de junio, las existencias totales de aceite de oliva eran de unas 600.000 toneladas, de las que 460.000 se hallaban en manos de las almazaras y 132.000 en poder de los industriales. Frente a estas disponibilidades, la media de ventas en los últimos meses se ha recuperado como consecuencia de los bajos precios hasta alcanzar unas salidas mensuales de 100.000 toneladas entre el comercio interior y las exportaciones. Ello supone que la campaña se iniciaría solamente con unas reservas de 200.000 toneladas, justo el consumo para un enlace de campaña de dos meses, mientras lo que se guardó el año pasado era de 324.000 toneladas.

Pese a todo, medios industriales señalan que no hay ningún riesgo de falta de disponibilidad de aceite para la próxima campaña ante las actuales perspectivas de una buena cosecha.