El Gobierno pide ayuda a todos los ayuntamientos para erradicar a ETA
Insta a evitar cualquier símbolo en las fiestas, pese a que "es muy difícil"
El Gobierno sigue inmerso en su cruzada para erradicar cualquier símbolo de apoyo a ETA. Éste fue el mensaje que quiso enviar, en Azpeitia, en la tradicional procesión de las autoridades con motivo de la festividad de San Ignacio. "Quiero pedir solemnemente a los ayuntamientos su colaboración en la erradicación de ETA de todos los espacios de las fiestas de nuestros pueblos", afirmó ayer la lehendakari en funciones, Isabel Celaá.
El Ejecutivo es consciente de que su iniciativa entra en un momento clave, con la proliferación de las fiestas patronales en agosto y especialmente la celebración en las tres capitales. "Sabemos que es muy difícil", apuntó Celaá, poco antes de iniciarse el acto protocolario, pero remarcó que es necesario "trabajar en ese terreno, a veces intangible, de la propagación de las ideas".
Uriarte reclama un "diálogo social y político" para lograr la paz
La lehendakari en funciones, quien quiso recordar a las víctimas de ETA y especialmente al empresario Inaxio Uria -asesinado en este municipio el pasado 3 de diciembre-, rogó por que a lo largo de agosto no exista en los pueblos de Euskadi "ninguna comprensión de la ideología de ETA y ningún amparo ni justificación" de los terroristas. En el caso concreto de Azpeitia, en plena conmemoración festiva, dijo que sólo realizaba "una petición simple: que no deje ningún espacio a ETA". Por lo menos, a primera hora de la mañana de ayer en la plaza consistorial, no había ninguna simbología, ni fotos ni alusiones a los presos de ETA. Al mediodía, se colocó una pancarta preguntando donde está Jon Anza, el terrorista desaparecido el 28 de abril cuando iba a una cita con otros miembros de la organización.
En la homilía celebrada en la Basílica de Loyola, a la que acudieron las autoridades -además de Celaá, el diputado general de Guipúzcoa Markel Olano, la presidenta de las Juntas Rafaela Romero y el alcalde de Azpeitia, Julián Eizmendi-, el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, abogó por una "diálogo social y político" entre "todas las sensibilidades" que busquen la paz en Euskadi por vías que no sean violentas. Precisó que, en ese objetivo, se debe llegar a moderar las aspiraciones, incluso "las que sean legítimas" para lograr una fórmula de convivencia "tejida entre todos y aceptable para todos". Pero admitió que todos estos requisitos están "lejos de cumplirse" por la acción terrorista de ETA y las "desconfianzas recíprocas e intereses encontrados". En ese empeño, situó a la Iglesia como "elemento catalizador en una sociedad tentada por el riesgo de desgarrarse".
Llamó a erradicar el terrorismo y reclamó a la sociedad vasca que adopte "la grave obligación moral de oponernos tajantemente al terrorismo con todos los medios justos y siempre respetuosos con los derechos humanos".
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