La mancha de fuel en Huelva merma y se aleja de la costa
"Todo controlado". Esta fue la frase más repetida ayer por los representantes del Gobierno central, la Junta de Andalucía y Salvamento Marítimo respecto al derrame de crudo que se produjo el jueves en la refinería de CEPSA situada en La Rábida (Huelva). El segundo mensaje que se trató de transmitir fue la certeza de que "el crudo no ha llegado a la costa".
Las alarmas saltaron cuando una tubería que trasladaba petróleo desde un buque expendedor hasta la refinería se fisuró. La mancha llegó a ocupar siete kilómetros.
Los vientos que soplaron el jueves y las condiciones meteorológicas de ayer hicieron que el petróleo, de 30 toneladas de peso, se extendiera paralelo a la costa. "Esto nos ha beneficiado mucho" destacó Luis Dacal, capitán de Salvamento Marítimo. El Delegado del Gobierno Manuel Bago insistió en el "control absoluto del problema". "El crudo se ha quedado a diez kilómetros de las playas de Mazagón y Matalascañas y las altas temperaturas han favorecido la evaporación del crudo", celebró.
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