La propuesta de estabilidad del PNV se desinfla a la primera ronda
La oferta de colaboración de Urkullu no ha logrado agrietar el pacto PSE-PP
La propuesta de estabilidad institucional y presupuestaria que el PNV ha enarbolado en su ronda de contactos con las fuerzas parlamentarias corre el riesgo de desvanecerse, tras la escasa aceptación que ha recibido de la mayoría de los partidos. La oferta, como han resaltado sus impulsores, ha puesto de manifiesto el poder de convocatoria del partido mayoritario, ahora en la oposición, pero "poco más", según algunos interlocutores. Sin caer en saco roto, la iniciativa del partido de Iñigo Urkullu del partido de Iñigo Urkullu ha dejado las cosas prácticamente como estaban al inicio de los encuentros bilaterales. La prueba de fuego se producirá, aseguran fuentes consultadas, a la vuelta del verano. Entonces, el PNV tendrá la ocasión de demostrar los movimientos que está dispuesto a realizar cuando se abran las negociaciones presupuestarias, apuntan desde el Ejecutivo.
Urkullu destaca que el PNV ha mostrado su capacidad de liderazgo
Urkullu destaca que el PNV ha mostrado su capacidad de liderazgo
Populares y socialistas ven en la propuesta una operación para tener presencia
Populares y socialistas ven en la propuesta una operación para tener presencia
"El balance es positivo, porque los partidos se han avenido a hablar con nosotros", afirma Urkullu, satisfecho del eco obtenido con su oferta, "más allá de las declaraciones" que han realizado sus oponentes políticos. "El PNV ha demostrado capacidad de liderazgo", resalta su líder. Es una visión contrapuesta a la ofrecida ayer por el secretario general de los socialistas de Vizcaya, José Antonio Pastor, quien rebajó el tono triunfalista de los peneuvistas. Echó en falta en el encuentro medidas "concretas" para afrontar la crisis económica, porque "sólo se nos ha hablado de cuestiones genéricas", que el Gobierno presidido por Patxi López ya ha puesto "en marcha". "Ir sólo para las fotos, como ha ocurrido ahora, es hacernos perder el tiempo, a nosotros y a los ciudadanos", agregó al referirse a las reuniones.
En las filas populares hay una coincidencia en el diagnóstico y sólo se concede al PNV su "éxito propagandístico": "Han conseguido lo que buscaban, porque el efecto mediático ha sido notable; pero el resultado final, un rotundo fracaso".
Socialistas y populares advierten de que la estrategia del PNV responde a su preocupación por "recuperar la centralidad" que este partido ha perdido al pasar a la oposición tras las pasadas elecciones autonómicas, más que al deseo de aportar soluciones efectivas para reactivar la economía. La oferta peneuvista, plasmada en cuatro folios que desglosan cinco bloques sectoriales -sostenimiento de los servicios sociales, apoyo a los sectores económicos, fiscalidad, mantenimiento de la inversión pública y alcance real de las políticas activas de empleo- es la consecuencia de "la falta de acción del Gobierno socialista", replica Urkullu. "Somos el grupo mayoritario del Parlamento y tenemos que tomar la iniciativa de liderar el país, porque no podemos estar a la espera de lo que otros hagan", señala el dirigente nacionalista.
En su propio partido, se admite en privado que la ronda de reuniones perseguía poner a prueba la consistencia del acuerdo de los socialistas con el PP. Pastor zanjó esta cuestión al afirmar que el Ejecutivo "no tiene ningún problema de estabilidad", dado que está sustentado en un "sólido" acuerdo de gobernabilidad suscrito con los populares al inicio de este mandato.
El PP considera que no se ha conseguido abrir ninguna brecha con los socialistas y está convencido de que, con esta "operación de imagen", el PNV ha querido al mismo tiempo "hacer un guiño" al PSOE para neutralizar cualquier tentación de desalojarles de la Diputación alavesa.
La lectura que realizan los socialistas de la propuesta de estabilidad sitúa a esta formación en una posición de "desorientación política", provocada por sus problemas para "encontrar su sitio en la política vasca después de la pérdida del Gobierno". Pastor insistió en que el PNV "va dando bandazos", en un intento de "acaparar portadas en los medios de comunicación" y "revestirse en un aura de responsabilidad".
La iniciativa del PNV ha acabado por desinflarse antes incluso de culminar su rueda de contactos, cerrada ayer con el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro. Al término de la misma, este declaró que el PNV "no puede solicitar el acuerdo unánime de todos los partidos para garantizar la estabilidad institucional" y, al mismo tiempo, "poner en cuestión la legitimidad" del Gobierno vasco. Maneiro se mostró a favor de lograr un acuerdo entre todos los partidos para hacer frente a la crisis.
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