El mito del rock vuelve

Hace poco menos de tres años, en su concierto al frente de la Seeger Sessions Band en el Estadi Ciutat de València, Bruce Springsteen amagó con regresar por estos lares. Aquella gira no fue más que un divertimento, de lujo, eso sí, en honor al legendario Pete Seeger. Y la promesa se cumple esta noche en el Estadi de Foietes de Benidorm, que espera llenar su aforo, de 35.000 espectadores, pese a que el ritmo de venta de entradas ha sido algo lento hasta el momento.

Porq lento hasta el momento.

Porque todo el mundo sabe que la mejor versión del Boss es la que siempre ha defendido al frente de la E Street Band, posiblemente la más precisa maquinaria de rock'n'roll del mundo, todo un desafío a las leyes de la edad. Tres horas de espectáculo sin tregua, sustentadas por el inconfundible saxo de Clarence Clemons, las guitarras de Nils Lofgren y Steve Van Zandt, el teclado de Roy Bittan, la batería de Max Weinberg, el violín de Soozie Tyrell y el bajo de Garry Tallent. Solo faltarán los coros de Patti Scialfa (de baja temporal por un accidente doméstico) y el órgano de Danny Federici, quien falleció hace un año y medio.

Tres horas plenas de sorpresas: el rockero de Freehold cambia casi la mitad de su repertorio cada noche, con escasas menciones su discreto ultimo álbum, Working On A Dream, y continuas invocaciones a los puntos álgidos -y algunos más recónditos- de sus más de tres décadas de una carrera con abundantes hitos y escasos pasos en falso.

El Ayuntamiento de Benidorm trabaja desde el pasado viernes con 150 personas en el operativo de cara al concierto, habilitando zonas de aparcamiento en los aledaños del recinto.Todo serán grandes cifras: 120.000 vatios de sonido y 600.000 de iluminación darán lustre a uno de los mayores espectáculos rock que aún pueden verse.