Exteriores en Galindo

En el pabellón de Kaiku, en Sestao, no había ayer ninguna actividad deportiva. En lugar de remeros, pululaban por las instalaciones peluqueras, maquilladores y técnicos de sonido; en vez de movimiento de traineras, el trajín era de cables, focos y cámaras. La desembocadura del río Galindo era el lugar elegido para grabar los exteriores de la película Zigortzaileak (Los castigadores), con siete actores de 11 a 14 años como protagonistas de una aventura inspirada por los casos de acoso escolar, el bullying que hace la vida imposible en la escuela a los chicos víctimas de hostigamiento, aislamiento, violencia física o maltrato psicológico.

En la escena que ayer se rodaba bajo el puente del río Galindo, dos chavalas disfrazadas de héroes imaginarios acaban dando una paliza al padre de un compañero de clase, uno de los matones que les incordian. El actor Carlos Sobera interpreta al personaje que sufre el ajuste de cuentas de las chicas justicieras. Zigortzaileak reconvierte el tema del bullying en una película de aventuras, una historia en clave de comedia sobre el grupo que se rebela contra los acosadores. Arantza Ibarra, autora del guión y codirectora del filme junto a Alfonso Arandia (Carretera y manta, El anónimo), explica que no han buscado el drama del acoso escolar sino fomentar la amistad y la comunicación y acabar con el riesgo del aislamiento de las víctimas del bullying.

El filme aborda en clave de comedia de aventuras el fracaso escolar

La actriz Loli Astoreka ha ayudado a preparar a los futuros actores

La gestación del rodaje comenzó el pasado mes de abril con las pruebas de selección de los aspirantes a actor. Cerca de 1.200 escolares pasaron la criba en distintos puntos de Vizcaya y el País Vasco francés. Después de tres eliminatorias fueron elegidos para los papeles protagonistas Amaia Aberasturi, Andoni Delarigne, Estibaliz Sarasola, Martin Gandiaga, Peio Madariaga, Asier Vegas y Nikola Zalduegi. Además de Sobera, el reparto cuenta con Anne Igartiburu y Gurutze Beitia, entre otros actores.

De los siete protagonistas, sólo Delarigne tenía experiencia previa. A sus 12 años, ya ha participado en tres telefilmes para la televisión francesa, pero el desparpajo de sus compañeros hace olvidar que son principiantes. La actriz Loli Astoreka tiene doble tarea en la película. En la ficción es la profesora de los acosadores y sus víctimas; en la realidad ha ayudado a los actores en ciernes a prepararse para actuar ante la cámara. "He sido niñera y compañera de siete actorazos que en una semana ya habían cogido el ritmo del rodaje", dice.

Zigortzaileak tiene final feliz. Sus protagonistas han aprendido que los actores no deben desvelar la trama de la película aunque se atreven a adelantar el mensaje de fondo para las víctimas del bullying: "que no se callen, que hablen con los amigos, con los profesores y con los padres".