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El SPD adelanta la campaña para desafiar a Merkel

Los socialdemócratas intentan reducir la desventaja que sufren en los sondeos

El candidato del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Frank-Walter Steinmeier, adelantó el inicio de la fase decisiva de su campaña electoral llamando ayer a la movilización de su partido. Se reunieron con él en Hannover los alrededor de 400 aspirantes al Parlamento federal (Bundestag) en las elecciones de septiembre. Los líderes socialdemócratas inauguran así la fase final de la campaña, ocho semanas antes de los comicios y varias semanas antes de lo esperado. La candidata de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU/CSU), la canciller Angela Merkel, continúa de vacaciones en el Tirol italiano.

Hoy y mañana, Steinmeier y sus primeros espadas se reunirán en Potsdam para presentar el "gabinete en la sombra" que gobernaría Alemania en caso de una victoria socialdemócrata. El SPD trata así de retomar la ofensiva y recortar la enorme ventaja de su actual socio democristiano de Gobierno. En medio de su permanente penuria demoscópica, el SPD se ha visto, además, envuelto en un escándalo veraniego por el robo del coche oficial de la ministra de Sanidad, Ulla Schmidt, sustraído durante sus vacaciones en España. La ministra será, pese al escándalo, parte del "gabinete en la sombra" socialdemócrata.

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"Las elecciones", dijo ayer Steinmeier, "no se ganan en institutos demoscópicos, sino con los votantes". Tratan Steinmeier y los suyos de insuflar ánimos en sus filas evocando la remontada que protagonizó el SPD en la campaña de 2005, cuando el entonces canciller Gerhard Schröder estuvo a punto de aguar la victoria a Angela Merkel. Partiendo de unos pronósticos nefastos, el SPD logró entonces quedar a un punto de los democristianos de Merkel y forzar la negociación de la actual gran coalición de Gobierno. Steinmeier ha confiado la campaña electoral a Kajo Wasserhövel, que también dirigió la exitosa campaña de 2005.

Pese a los planes, la calma chicha informativa del verano no ha contribuido a restar repercusión a los tambores de guerra socialdemócratas. Al contrario: este fin de semana se supo que habían robado el coche oficial de la ministra de Sanidad, Ulla Schmidt (SPD), durante sus vacaciones en Alicante. La discusión ha arreciado durante los últimos días, propiciada por la falta de acontecimientos de mayor fuste y por la proximidad de las elecciones. Si bien la ministra no vulneró ninguna norma en el uso de su coche, la prensa, la oposición y algunos socios democristianos del Gobierno han desatado un debate sobre la prudencia presupuestaria de la socialdemócrata. La ministra se había llevado a España, con su chófer, el lujoso Mercedes clase S del que dispone por su cargo, un viaje que costó miles de euros al contribuyente. El robo del vehículo la hizo blanco de numerosas críticas y no menos burlas.

El candidato Steinmeier evitó ayer hablar del caso, pero tanto el jefe de la campaña Wasserhövel como el presidente del SPD, Franz Müntefering, se vieron obligados a defender a la ministra. Aseguró Müntefering que Schmidt estará en el "equipo de Gobierno" que presentará el jueves su partido. Mientras que Müntefering quita importancia al asunto, Wasserhövel reconocía ayer cierta incomodidad en la cadena de radio Deutschlandfunk.

Este fin de semana, el dominical Bild am Sonntag publicó que el 78% de los alemanes cuenta con una victoria de Merkel. Poco más del 10% ven plausible que Steinmeier acceda a la cancillería. Sin embargo, la misma encuesta apunta que el 27% de los alemanes aún no ha decidido si votará o no. Ésta es, sin duda, la baza de Wasserhövel, que espera movilizar a esta masa de votantes potenciales en el último momento, igual que logró en 2005. Claro que, entonces, el SPD contaba con el carismático Schröder.

Ahora, el SPD tiene a Steinmeier y ocho semanas de dura campaña, en la que el candidato deberá luchar contra su aburrido perfil político y el fatalismo que ya cunde en sus filas. Pretenden iniciar la ofensiva en dos oleadas. Primero, prepararán las elecciones regionales en los Estados federados de Turingia, Sajonia y Sarre. Un buen resultado en estos tres comicios y en las municipales de Renania del Norte-Westfalia, el Estado más poblado de Alemania, sentaría las bases para el intenso mes de septiembre.

Ulla Schmidt, ministra de Sanidad alemana, en una conferencia de prensa sobre el robo de su coche oficial.
Ulla Schmidt, ministra de Sanidad alemana, en una conferencia de prensa sobre el robo de su coche oficial.REUTERS

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