_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La Iglesia y la guerra

Con 72 años de retraso, pero más vale tarde que nunca, un puñado de obispos se han dignado pedir perdón por el papel que mantuvo la Iglesia en la Guerra Civil, y lo que fue peor, en los 40 años de dictadura. Si ya en la contienda se pusieron al lado de los golpistas, con actuaciones tan deplorables como la de delatar a tantos republicanos en los pueblos de toda España, su connivencia posterior con el franquismo fue palpable y evidente. La Iglesia católica ejerció un papel represor ideológico feroz, y en las escuelas se enseñó la moral y la educación de los fascistas, cercenando toda la libertad y la cultura que florecieron en los pocos años que dejaron existir a la República. ¡Cuánto daño irreparable causaron durante tanto tiempo de oscuridad, de falta de libertad, de represión y desasosiego! Nunca demostró la Iglesia compasión ni piedad para tantos que sufrieron el castigo de perderlo todo. De los que murieron asesinados en las cunetas, de los que pasaron años en las cárceles, de los que tuvieron que emigrar a otros países, dejando familias destrozadas. Todo lo contrario, se colocó al lado de los opresores y les daba comunión y perdonaba sus pecados, y fue garante de la moral y la educación más retrógrada.

A la muerte de Franco, la jerarquía católica se quiso posicionar al lado de la democracia, pero pasado el espejismo de Tarancón, y de los curas rojos y obreros, ha vuelto donde solía, a defender la negación de todos los derechos conquistados y a querer meternos otra vez en la cueva. Si dependiera de ellos, volveríamos a los días negros y a la pesadilla de la dictadura, donde dominaban y nos sometían.

Sólo unos pocos obispos piden ahora perdón. Los demás, de momento, callan o siguen en su delirio de cruzada nacionalcatólica, santificando mártires de un lado y olvidando a todos los demás. Qué losa tan pesada tenemos encima y qué difícil es quitárnosla.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_