"Sentí mucha pena al ver la planta de Pescanova en Portugal"

Cuando todavía faltan por perfilar los flecos jurídicos para reactivar el plan acuícola, la conselleira do Mar se muestra convencida de la potencialidad y el respeto al medio ambiente de esas plantas al asegurar que "tendrán el respaldo de la Xunta". Rosa Quintana (San Fernando de Apure, Venezuela, 1959) anuncia que recuperará las subvenciones para esas inversiones, con el objetivo de que, a través de otros instrumentos, lleguen de nuevo al techo del 50%. Después de proponer el nombramiento del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, se muestra reservada sobre el futuro del Puerto Exterior y advierte: "Estamos analizando todas las alternativas".

Pregunta. ¿Qué parte le toca a la Consellería do Mar del recorte presupuestario anunciado por Núñez Feijóo?

"Intentamos que la nueva Lei de Pesca reste burocracia"

"La revisión del plan estratégico del sector conservero ya está en marcha"

"Buscaremos las subvenciones para los proyectos de acuicultura"

"No soy partidaria de marcas blancas, pero debe haber mercado para todos"

Respuesta. Hemos metido la tijera en todos los gastos que entendíamos que no representaban mayor eficacia en la gestión. En esta época tenemos que ser imaginativos y consecuentes con la situación. Reducimos en gastos corrientes. Empleamos menos papel, por ejemplo, y más correos electrónicos. Prescindimos también de los cuatro millones que había para un nuevo helicóptero, pero incrementamos los gastos en duplicar las plantillas para el Pesca I y, a partir de enero, lo haremos con el Pesca II. La clave es la eficiencia y la eficacia.

P. Mariscadores, conserveras, bateeiros, armadores... ¿Quién está peor en esta crisis?

R. En este momento, todos. El marisqueo sufre las consecuencias del menor poder adquisitivo, el bateeiro no ha superado todavía la crisis del año pasado, los conserveros también... La pesca de altura y gran altura sufre una caída en la cotización de la merluza, que le lleva a precios de hace cinco años...

P. ¿En qué va a incidir la nueva Lei de Pesca, que sustituye a otra que no llegó a entrar en vigor, más allá de darle protagonismos al sector?

R. El sector la conoce. Lo que intentamos es hacer una ley que reste burocracia, reducir los trámites administrativos. También promovemos centros técnicos, para el control de la calidad de las aguas y de las garantías higiénico-sanitarias de nuestros productos. Entendemos que debe haber cierta distancia de la Administración para no caer en los caprichos, entre comillas, de los políticos de turno. También recuperamos el rango jurídico de las cofradías e incidimos mucho más en la innovación y en la competitividad.

P. Suenan a revisionistas muchas actuaciones de la Xunta, también en su consellería...

R. No se trata de ser revisionistas. Cuando hay un cambio de gobierno, debes tener la capacidad de desarrollar un proyecto político. Si lo que quiero es trasladar seguridad jurídica a mis decisiones, lo que debo tener es un buen marco normativo. De lo que se trata es de ajustar las normas que había a las nuevas vías de actuación. No se pierde el tiempo siendo revisionistas.

P. ¿Qué sintió cuando acudió a Mira a la inauguración de la planta de Pescanova?

R. Tristeza.

P. ¿Por qué?

R. Creo que, independientemente de los cambios políticos, Galicia fue el referente mundial en acuicultura. Pero también lo éramos en innovaciones tecnológicas en todo lo que tiene que ver con la acuicultura. Si nosotros perdemos en capacidad de producción, también perdemos en capacidad de innovar. Y eso afecta a universidades, clusters, centros tecnológicos... Por eso sentí mucha pena. En Portugal no sólo han sacado adelante una planta que elimina el desempleo en ese pueblo, sino que se ha movilizado también a la universidad. Y eso se perdió aquí.

P. ¿La Red Natura es un obstáculo salvable para la instalación de plantas acuícolas?

R. La legislación sobre los espacios de la Red Natura es para todos. En su día, la Unión Europea archivó el expediente del recurso planteado por los ecologistas contra la planta de Touriñán porque entendía que se puede hacer. Si una planta en Red Natura tiene que incorporar mayores medidas correctoras, es posible hacerlo. De las pocas cosas que permite Bruselas en Red Natura son precisamente las granjas de acuicultura. Lo que pediría es un poco de sentidiño. La planta de Mira está en Red Natura y Portugal y la Unión Europea lo han permitido.

P. ¿Cómo es posible que la Xunta recurra la anulación por los tribunales del anterior plan acuícola en abril, cuando ya está usted en la consellería?

R. La verdad, supongo que son trámites administrativos. Esto es una máquina que funciona, muchas veces, por inercia. Entiendo que fue un trámite que se siguió por una decisión de la anterior conselleira, que lo hizo a mediados de marzo.

P. ¿Tendrán las subvenciones a la inversión un peso importante en el futuro plan acuícola?

R. Esta fue otra de las grandes cosas que se perdieron en estos cuatro años. Hasta hace poco estaba en funcionamiento el programa comunitario IFOP, que permitía financiar este tipo de iniciativas de forma importante. Ahora hay restricciones muy grandes. Desde luego, desde la Xunta intentaremos buscar las medidas posibles para subvencionar estos proyectos si es que hay voluntad de los empresarios de sacarlos adelante.

P. ¿Cree que esa veintena larga de proyectos siguen en pie?

R. Nosotros estamos revisando proyectos que estaban presentados desde 2006 y que no se habían tramitado. Hay que verlos, analizar también el informe jurídico que están elaborando para solucionar esto desde un punto de vista administrativo. Desde luego, todo lo que podamos apoyar, lo haremos. Tengo constancia de que gran parte de las empresas siguen interesadas. Ha habido cuatro años de desilusión, que les ha llevado a invertir fuera. Ahora tienen el respaldo de la Xunta.

P. Las subvenciones pueden llegar al 50% de la inversión en esas plantas...

R. Con el IFOP llegaban al 50%, sí. Ahora se trata de recuperar ese tipo de instrumentos.

P. Los ecologistas dicen que actualmente ninguna planta cumple la legislación en cuanto a vertidos...

R. No es cierto. La mayoría de las plantas están certificadas. Tienen unas auditorías externas que supervisan el cumplimiento de todo lo que tenga que ver con las normas de calidad medioambiental. Muchas veces hay leyendas urbanas.

P. ¿Qué cambia en la consellería con la incorporación de Portos de Galicia?

R. Entendemos que Portos debe ser una potencia más para el desarrollo de todas las zonas costeras de Galicia. Estar en la órbita de la consellería hace ver a los técnicos de Portos la dimensión doble de una rada: que no cause perjuicios para la pesca de bajura y el marisqueo, y al mismo tiempo les dé servicios.

P. ¿Cree que los puertos gallegos de interés general y sus autoridades deben unirse a futuro?

R. Creo que no es el camino, de momento. Cada puerto tiene su especialidad y su vocación de futuro.

P. Las conserveras, como el sector lácteo, están amenazadas por las marcas blancas. ¿Qué medidas piensa tomar?

R. El sector lo que quiere es reactivar un plan estratégico en el que estaban plasmadas las líneas de actuación. Y la revisión de ese plan ya está hecha.

P. ¿Y las marcas blancas?

R. Creo que afecta a muchos sectores. Y también creo que es la acción de todo un gobierno, y no de un departamento concreto. Yo, a título particular, no soy partidaria de las marcas blancas, pero entiendo que debe haber mercado para todos.

P. Muchas empresas conserveras están a punto de caer...

R. Dentro del nuevo fondo estructural de la pesca hay ayudas para el sector, pero sólo para las empresas pequeñas. Y eso debemos redimensionarlo. Creo más acertado que el sector esté lo menos atomizado posible.