La reinvención del diseño británico

Italianos y británicos han dominado históricamente el diseño del automóvil y sus creaciones han marcado casi siempre el camino a seguir. Los primeros siguen en forma y los últimos, aunque perdieron la propiedad de sus marcas más emblemáticas, han conservado el carisma de sus modelos de lujo y se están situando como referencia entre los coches más exclusivos.

Las líneas y detalles estilísticos de los últimos Aston Martin, Bentley, Jaguar y Range Rover están actualizado con éxito el ADN del automóvil inglés. Su legendario clasicismo estético evoluciona hacia interpretaciones más deportivas sin renunciar a esa elegancia inconfundible que les ha distinguido siempre. Esa personalidad exquisita unida a las mejoras de calidad está colocando a las marcas británicas de lujo como alternativa a los fabricantes alemanes de prestigio. Lo curioso es que la mayoría de las marcas inglesas pasaron a manos foráneas en los años noventa. Rolls Royce y Mini pertenecen a BMW, Bentley está integrada en el Grupo VW y tanto Jaguar como Range Rover y Aston Martin han formado parte de Ford hasta 2008. Las dos primeras son ahora de la india Tata, y la última ha recuperado la independencia.

El cambio de dueños ha sido clave, porque ha aportado recursos para renovar las gamas y ha disparado ventas y beneficios. Pero sobre todo ha resuelto las grandes carencias históricas, tanto mecánicas como tecnológicas y de fiabilidad. El mejor ejemplo es el Mini. La reedición del mítico utilitario inglés realizada por Frank Stephenson Santos -un diseñador estadounidense de madre malagueña criado en España- actualiza con brillantez el carisma del modelo original y añade la calidad de BMW. El resultado ha sido un éxito arrollador: ya se han fabricado 1,5 millones de unidades y el nuevo Mini es el coche de moda y objeto de deseo de urbanitas de todo el mundo. Ahora, la marca alemana va a evolucionar Rolls Royce y lanzará a fin de año el Ghost, un modelo más pequeño de 5,39 metros. Llevará un motor 6.6 V12 (565 CV) y tendrá precios más asequibles de lo habitual en el fabricante preferido de magnates y artistas: 213.000 euros sin impuestos.

Bentley es otra historia de éxito y ha batido todos sus récords, 10.000 unidades en 2007. Una cifra muy meritoria: su modelo más barato cuesta 200.000 euros. La clave ha sido la aceptación del Continental GT y su versión descapotable GTC, dos imponentes deportivos de línea elegante y poderosa. Aston Martin, posiblemente la marca con los coches más bellos del mundo, ha vivido el mismo fenómeno. Su exquisita línea y una gran evolución mecánica permitieron vender 8.200 unidades en 2007: el modelo más asequible no baja de 125.000 euros. El prototipo One-77 adelanta ahora la evolución estética de los próximos modelos.

Land Rover también ha triunfado en los últimos años, gracias en parte al Range Rover Sport. Esta versión estilizada y deportiva del Range clásico recoge su carisma en un formato más joven y ha multiplicado las ventas. El Freelander, su hermano más pequeño, ha popularizado la marca, y ahora se va a lanzar un pequeño 4x4 deportivo de línea cupé, con el tamaño de los Qashqai y RAV4. Además, acaba de poner al día la imagen e interior del Range Rover, que estrena un motor 5.0 V8 turbo más potente (510 CV) con menos consumo.

Sin embargo, la gran revolución se está produciendo en Jaguar, que quiere adaptar sus señas de identidad al nuevo siglo. El cambio empezó con el XF, que sustituye el estilo clásico de su antecesor, el S-Type, por unas formas más deportivas y estrena un interior vanguardista e innovador. Pero la ruptura estética se aprecia aún más en el nuevo XJ, su berlina grande, que se acaba de presentar y llegará en enero de 2010 (ver recuadro superior).