Los 10.000 puntos son historia

El mercado de valores español ha redondeado una de sus mejores semanas al conseguir tres máximos anuales consecutivos y situar al Ibex 35 por encima de los 10.000 puntos.

En estas cinco sesiones el Ibex 35 ha ganado el 7,46% para cerrar en 10.041,90 puntos, un nivel desconocido desde hace más de nueve meses y que era el objetivo de muchos analistas para el conjunto del ejercicio.

La gran paradoja de la Bolsa española es la de sumarse con gran facilidad a la tendencia general y colocar su principal índice a la cabeza de las ganancias anuales, al tiempo que arrecian las advertencias sobre las dificultades de esta economía para incorporarse a la recuperación económica. Para muchos analistas, esta "extravagancia" se explicaría por el funcionamiento de las grandes empresas españolas, ahora sociedades transnacionales, cuya diversidad geográfica las mantiene a salvo de los avatares internos. El resto se explicaría por la ponderación de estas empresas sobre el Ibex 35, en el que más del 50% corre a cargo de sólo cinco o seis sociedades.

En términos más concretos, el tirón de los mercados en esta semana ha estado patrocinado por el sector financiero. En Estados Unidos han sido los resultados de los grandes bancos los que han hecho cambiar la composición de las carteras de valores hacia posiciones de mayor exposición al riesgo.

En el entorno doméstico fue la decisión del Banco de España de ajustar las provisiones de la banca para créditos hipotecarios lo que ha cambiado radicalmente el panorama, al tener esa medida una repercusión positiva inmediata en las cuentas de resultados.

Frente a las obvias mejoras del sector financiero, la economía real continúa mostrando un panorama confuso en el que destaca la debilidad del consumo. Los inventarios y las ventas empresariales en Estados Unidos continúan descendiendo, al igual que los últimos datos sobre ventas al por menor, aunque los datos sobre desempleo han sido esta semana mejores de lo esperado, con importantes descensos en las peticiones de subsidio. Las subidas en los precios al consumo y a la producción alejan, casi definitivamente, el temor a la deflación, pero la actividad manufacturera se resiente y vuelve a sembrar la incertidumbre sobre la proximidad del final de la recesión.

Sin embargo, los inversores se atienen al comportamiento de otros mercados para constatar cambios de fondo en la percepción de la situación económica. El mercado del petróleo ha vuelto a reaccionar al alza ante el crecimiento de China y el posible final de la recesión en Estados Unidos. El precio del barril ha subido hasta cinco dólares en esta semana, aunque los analistas no se ponen de acuerdo sobre si se trata de un simple ajuste técnico de un mercado muy volátil. La renta fija también ha registrado esta semana algunas caídas de precios.