La crisis aleja Madrid y Barcelona
El tráfico de viajeros entre ambas capitales cae un 10%
En un año, el AVE se merendó casi la mitad del mercado del corredor Madrid-Barcelona -o Barcelona-Madrid, según se prefiera-, la ruta oficial del hombre de negocios en España. La alta velocidad entre ambas ciudades, que arrancó en febrero de 2008, catapultó el peso del tren del 11,8% al 48,2% en un año, según los datos de Renfe. Pero el boom empieza a perder intensidad en este 2009 marcado por la crisis. Los viajes en avión tampoco recuperan el espacio perdido. La distancia entre ambas capitales ha crecido con la crisis, que ha obligado a los ejecutivos a reducir los viajes.
El director general de Alta Velocidad Larga Distancia, Abelardo Carrillo, calcula que el AVE acapara el 47% de la cuota de mercado de este corredor, cuyo tráfico global, independientemente del transporte, ha caído un 10%.Hay menos movimiento entre Madrid y Barcelona. El tráfico de viajeros, independientemente del medio, ha descendido un 10%. Esto no significa que la cifra de pasajeros del AVE Madrid-Barcelona, un servicio que nació hace poco más de un año, haya caído en 2009. Habrá que esperar a que Renfe publique los datos esta semana para certificar el descenso. Pero Carrillo avanzó que la facturación de AVE Larga Distancia (incluye el trayecto Madrid-Barcelona) del primer semestre del año ha crecido un 9,5% respecto al mismo periodo de 2008, hasta situarse en 521,5 millones.
Compañías aéreas consideran que los viajes ferroviarios se han estancado
Lo que sí está claro es que cada vez hay menos viajeros que hagan el trayecto en avión. Los pasajeros entre ambas ciudades han descendido cerca de un 30%, según datos de AENA. Lo que también queda claro es que las zancadas con las que el tren ha robado clientes a las compañías aéreas se han acortado. Iberia, la primera aerolínea en esta ruta y comercializadora del popular puente aéreo (una suerte de metro aéreo), tenía unas previsiones muy superiores: la compañía calculaba que el AVE tendría una cuota de mercado de hasta el 51,7% en 2009, y del 56,6% en 2011, según informó a sus inversores el pasado enero.
Fuentes de Vueling, aerolínea que ha decidido potenciar esta ruta, consideran que "si bien el AVE ganó mucho terreno en los primeros meses, en enero de este año alcanzó el 48% de cuota de mercado y desde entonces se ha estancado, posiblemente una vez pasado el efecto prueba, muchos pasajeros se vuelven a decantar por el avión. Hay razones para ello, sobre todo en el segmento de negocios".
Hay opiniones para todos los gustos entre los habituales del Madrid-Barcelona. Desde el director del bufete de abogados Sagardoy, Manel Hernández, que se confiesa "casado con el AVE", al presidente de USP Hospitales, Gabriel Masfurroll , que se declara "un fan del Puente Aéreo". "Se me hace mucho más corto el viaje si voy en avión, pese a todas las discusiones al respecto, estás una hora allí y nadie grita mientras habla por el teléfono móvil", opina Masfurroll.
De los 26 trenes en cada sentido que opera Renfe, 11 de ellos son directos con una duración de viaje de 2 horas y 36 minutos, el resto puede durar de tres a cerca de tres horas y media.
Renfe ha reforzado sus servicios de AVE en esta ruta desde que se puso en marcha y, de momento, no contemplan incorporar nuevos trenes directos. "Renfe también tiene la obligación de dar servicio a las poblaciones que forman parte de la ruta, como Tarragona, Zaragoza o Lleida", explican fuentes de la compañía, que defienden su vocación de ser una alternativa más de transporte, y no la única. Para usuarios como Manel Hernández, de Sagardoy, podría serlo: "Es más cómodo, tengo más calidad de viaje y puede hablar por teléfono y aprovechar para trabajar. Lo uso siempre, aunque vaya y vuelva en el mismo día, porque si lo cuentas todo, es el mismo tiempo que con el avión".
No hay fidelidades inquebrantables. Es decir, que gran parte de usuarios combina ambos medios de transporte. Bettina Farreras, la consejera delegada de la agencia de publicidad Bassat Ogilvy en Barcelona, viaja a Madrid cada semana, y tiene muy claro que "no hay uno muy bueno y otro muy malo. Para ir y volver en el día, el AVE se hace demasiado largo". "Por la mañana me gusta ir en avión, porque sigue dando la sensación de inmediatez, y para volver prefiero el tren porque se hace más relajado". La presidenta de Manpower España, Carmen Mur, también utiliza ambos medios de transporte, pero al revés: "Suelo volver en avión, porque no tengo clara la hora y con el billete abierto es más fácil y hay menos colas que en las taquillas del tren".
Spanair, por ejemplo, sigue pensado en esta ruta "como uno de sus pilares estratégicos" y prevé mantener sus 12 frecuencias entre lunes y viernes. Además, cuenta con la ventaja de que el tiempo de rodaje antes del despegue, desde que operan en la nueva Terminal 1 de El Prat, se ha acortado entre 12 y 15 minutos, aunque aún no disponen de los datos exactos. Es el mismo ahorro de tiempo del que se beneficiarán el resto de aerolíneas que lidian en este enlace. En general, el tráfico aéreo va a la baja por la crisis.
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