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El 'timo de la lotería' se agota

Los estafadores buscan alternativas a los falsos premios en sorteos

Juana Viúdez

La gallina de los huevos de oro de las estafas nigerianas se está agotando. Al menos eso es lo que sienten, con cierto alivio, los policías del grupo de fraudes de la comisaría de Málaga al ver que las redes dedicadas a timar anunciando falsos premios de la lotería ya no avasallan a incautos de medio mundo con sus cartas. "Quizás esté ya muy vista", opinan. Con todo, la satisfacción es incompleta porque están detectando que estas mismas organizaciones están sustituyendo el exitoso timo con otras variantes menos conocidas, como la estafa de la herencia, los falsos alquileres de pisos, o engaños con cheques inflados.

El timo de la lotería ha monopolizado el trabajo de los agentes de fraudes de la Costa del Sol en la última década. Desde 2006, han impulsado dos macrooperaciones con casi 400 detenidos, todos de origen nigeriano, acusados de enviar estas cartas y de defraudar enormes cantidades de dinero. La estafa, perpetrada desde Málaga, consiste en el envío masivo de cartas en las que un falso directivo de la Organización Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) comunica al destinatario que ha sido agraciado con un premio de la lotería española, a la que no ha jugado, y le pide que le adelante una cantidad, en concepto de gastos e impuestos, para tramitar el cobro. El Departamento de Justicia de Estados Unidos, uno de los países más afectados, calcula que unos 2,8 millones de víctimas de su país abonaron a las redes hasta 753 millones de euros con la esperanza de cobrar estos premios.

Casi 400 detenidos en la Costa del Sol en tres años por este tipo de delitos
La policía detecta nuevos engaños relacionados con la venta en Internet

"Los nigerianos son los reyes de los timos, por eso hay que estar muy atentos a cualquier invento que ponen en circulación", explican en el grupo de fraudes. El método de las cartas les funciona, así que han rescatado variantes, que ahora están probando. Entre ellas está el timo de la herencia. Se trata de una modalidad muy antigua - que antes llamaban "la herencia del tío de América" - y que han modernizado contactando con sus víctimas a través de Internet.

Aprovechan la noticia de alguna catástrofe, como un accidente de avión o un terremoto, para enviar un gran número de correos electrónicos anunciando a sus destinatarios que han heredado una pequeña fortuna de un pariente lejano. Les hacen creer que ellos son los únicos beneficiados, porque no ha dejado testamento, y para evitar que la herencia "se pierda o se la quede Hacienda" aportan toda una serie de direcciones de supuestos profesionales a los que pueden recurrir para tramitar el cobro. "Como en esta primera fase no piden dinero, muchos se animan a participar y envían a los estafadores información personal, como su identidad, domicilio, teléfono", aseguran los agentes. Después, les remiten documentación, en la que simulan ser despachos de abogados, gestores o notarios, y les piden su número de cuenta bancaria para hacerles el pago. Pasados unos días, y como trámite final, les piden una cantidad económica, como aranceles o impuestos.

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El bufete marbellí Lawbird de Marbella ya ha sentido los efectos de esta estafa. Hace un año denunció al Cuerpo Nacional de Policía que estaban utilizando su nombre para ofrecerse a tramitar una suculenta herencia recibida de un pariente nigeriano a cambio de un anticipo de unos 12.000 euros. Lo descubrieron cuando una de las víctimas potenciales llamó desde Holanda y les preguntó por el servicio. Si hubiera pagado, habrían desaparecido sin ingresar la herencia prometida.

Las mismas redes diversifican el negocio captando incautos en las secciones de anuncios por palabras de Internet. Las variantes son infinitas: Colocan avisos falsos de alquiler de viviendas, con ofertas muy interesantes, y tratan de que les avancen la mensualidad por una agencia de envío de dinero con la excusa que no están en el país; o se interesan por productos a la venta que quieren pagar con cheques falsos. "Al principio cometían muchos errores en la redacción de los textos, pero se van perfeccionando", comenta el inspector jefe responsable de Fraudes.

Uno de los trucos más frecuentes es enviar a sus víctimas un cheque por una cantidad superior al precio que reclaman por un producto. Les dicen que ha sido un error, y les piden que le abonen la diferencia en una cuenta personal, una vez que les hayan enviado la compra. "Como la persona lo cobra suele ser cliente del banco se lo abonan sin problemas, aunque sea de un banco extranjero, pero a las dos semanas suelen descubrir que es falso y le terminan cargando el importe más los gastos", explican.

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Sobre la firma

Juana Viúdez
Es redactora de la sección de España, donde realiza labores de redacción y edición. Ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria profesional en EL PAÍS. Antes trabajó en el diario Málaga Hoy y en Cadena Ser. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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