Formas

La satisfacción de la que hacía gala ayer Griñán sobre el nuevo modelo de financiación autonómica contrastaba con la carencia de los datos necesarios para realizar aquí una valoración detallada del mismo. Habrá que esperar, prácticamente, al día de hoy para conocer la letra pequeña, para determinar, en fin, con exactitud, el verdadero alcance del acuerdo. Tal vez por eso, no se le pudo observar en Granada todo lo exultante que quisiera aunque sí seguro de que se habían alcanzado los objetivos. Así pues, a la espera de una valoración pormenorizada, lo cierto es que hay un aspecto de este proceso que desvirtúa un tanto los logros conseguidos. Es el relativo a las formas, en donde se ha establecido una clara y descarada asimetría con un protagonismo excesivo de Cataluña y, en particular, de los nacionalistas de ERC.

Su preponderancia ha sido absoluta y el episodio vivido ayer, a expensas, totalmente, de lo que decidieran los socios del tripartito pone en evidencia el precario apoyo político con que cuentan los socialistas en el Congreso de los Diputados en donde tiene que salir adelante, no se olvide este dato, dicha reforma de financiación por lo que son necesarios los votos de los independistas.

Pero es que, además, ha habido un desproporcionado trato hasta el punto de que mientras en la Junta tuvieron que esperar hasta la tarde del domingo, el Gobierno catalán no sólo tenía tiempo para cerrar el apoyo de todos sus integrantes sino que, también, sumaban el de empresarios y sindicatos aislando así a CiU.

Ese inmenso trabajo político sólo se puede hacer si se tiene la información completa. A buen seguro que en la Casa Rosa se pondrán manos a la obra a lo largo de esta semana para conseguir el máximo respaldo posible. En todo caso estamos ante una carencia que les lastra en la difícil papeleta que tienen por delante como es el pleno del Parlamento en donde, esta vez sí, habrá escenas de sobreactuación con palabras gruesas de traición y sumisión, sobre todo, por parte de aquellos que durante años consintieron el atropello de 400.000 andaluces menos. Se requiere, no obstante, una amplia y profunda labor pedagógica y divulgativa sobre el nuevo sistema pero, al mismo tiempo, es obligada una corrección, de una vez por todas, de las formas que reflejan una excesiva bilateralidad Gobierno central-Cataluña, una inquietante realidad que ensombrece, cuanto menos, el trabajo de los demás.