_
_
_
_
DESDE MI SILLA DE RUEDAS | TOUR 2009 | Séptima etapa
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La historia dice que...

Tengo un amigo que, entre otras aficiones, gusta de soltar alguna que otra afirmación -que sea o no verdadera es indiferente- a la que ha introducido previamente con una curiosa coletilla: "la historia dice que...". Es decir, que es de los que en vez de llamarte directamente feo, te diría con aire de seriedad: "la historia dice que el aspecto de Horrillo está siendo gravemente perjudicado con el paso del tiempo". Gracioso mi amigo.

Ayer me acordaba de mi amigo y de sus coletillas cuando terminó la etapa. Tantas cosas dice la historia que ayer no se cumplieron. La historia dice que la primera etapa de montaña del Tour suele ser un día de sorpresas. Esto se cumplió, demos la razón a la historia, pero si entramos a bucear en qué tipo de sorpresas son las que ha deparado la historia, quizá entonces ya no estemos tan de acuerdo.

Pocos son los que se ven recompensados con el 'maillot' amarillo en el día en el que menos se lo esperan
Más información
La gota malaya en los picos rocosos

La historia dice que la primera etapa de montaña suele ser un día de guerra entre los favoritos. Ya tendrán oportunidad las escapadas en días sucesivos, pero el primer día de montaña es día para que los jefes de filas demuestren el porqué de su condición. Etapa y liderato para uno de ellos, así suele ser. Y siempre hay algún, por cierto, al que se le atraganta ese día, según la historia. Dicen que siempre hay alguno que paga la tensión de la primera semana, o que demuestra no haber llegado tan bien de forma, o al que se le indigesta el cambio de desarrollos, eso de pasar de mover el plato de 54 dientes al de 39 y el piñón de 11 coronas al de 23.

También dice la historia que si estás en tu primer año de profesional, y tienes la suerte ya entonces de debutar en la carrera de las carreras, el Tour de Francia, bastante contento deberías estar sólo con ello, así que no te marques objetivos mayores, como podría ser por ejemplo ganar una etapa. Soñar es gratis, pero hay que ajustarse a la realidad. Y como mucho, y esto ya siendo muy afortunado, podrás luchar por ganar en una escapada consentida en uno de esos -mal- llamados días de transición. Y eso, si suena mucho la flauta y si se da la difícil circunstancia de que ninguno de tus compañeros de fuga demuestre ser más fuerte, más hábil o más listo que tú. Tarea complicada, por tanto. Y si ya hablamos de ganar una etapa de montaña, con final en alto a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, ya no hablaríamos de sueños, sino que-aprovechando la inspiración de Dalí en la etapa del día anterior, nos moveríamos en el terreno del surrealismo; de una realidad paralela regida por leyes alternativas.

También dice la historia que pocos son los que de repente se ven recompensados con el maillot amarillo del Tour, el que distingue al líder, en el día en el que menos se lo esperan. Nocentini se metió en la fuga del día buscando la victoria de etapa en la cima de Arcalís. No se llevó el premio gordo, pero se llevó uno aún mejor: ser el inesperado líder de la mejor carrera del mundo. Desde aquí mi enhorabuena Nocen, y espero que te dure.

La historia dice que ayer ganó Brice Feillu, un joven neoprofesional de tan solo 23 años del Agritubel. Y que el nuevo líder es Rinaldo Nocentini, del AG2R. Y eso quedará así escrito, porque es la historia quien lo dice.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_