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El fin del mayor asentamiento ilegal: los chamizos

Los márgenes de la senda serán una zona verde lineal

El camino al infierno se llenará de flores y plantas. Y los márgenes de la senda se convertirán en desarrollos urbanísticos de diferente calado. Las chabolas, en suma, darán paso a pisos, parques y suelo industrial. Ese cuasi cuento de hadas es lo que aguarda a la Cañada Real Galiana tras el principio de acuerdo alcanzado entre las partes el martes.

Según varias fuentes, lo que es camino se utilizará para desarrollar un parque lineal, zona de bicicleta y paseo incluidos. Pero nada de cemento. Supuestamente, la nueva senda articulará una serie de nuevos desarrollos que emergerán en los terrenos colindantes con la propia Cañada. Unas 400 hectáreas de suelo privado que ahora no son urbanizables y que con la modificación del Plan General que se realizará podrán convertirse en viviendas o solares industriales, "un nuevo parque tecnológico en Valdemingómez".

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El tramo de Madrid, algo menos de 10 kilómetros, se dividirá en cuatro sectores. "No jugaremos con el suelo de La Cañada. Se trata de poner en valor los desarrollos colindantes. Cada zona tendrá su propia actividad", explican fuentes de la Concejalía de Urbanismo de Madrid. Para ver resultados habrá que esperar todavía, como mínimo, dos años.

Acuerdo para el realojo

Pero antes de enajenar el suelo, cederlo o venderlo, los ayuntamientos deberán buscar un acuerdo para el realojo de las familias afectadas. Las viviendas de cinco de los seis sectores implicados serán demolidas. Las de Coslada, el primer sector, serán las únicas que permanecerán con algunas de Vicálvaro. La mayoría son legales por una concesión ministerial de los años sesenta. Lo que hará el Consistorio es solicitar a la Comunidad que les ayude a mejorar los saneamientos.

En Rivas también desaparecerá el paisaje actual de casitas de construcción casera abigarradas en un estrecho caminito de tierra y habitadas, en un altísimo porcentaje, por marroquíes. Allí aún no se ha decidido lo que se hará, aunque su alcalde es partidario de dejarlo como una zona verde. Sin embargo, una parte de ese sector de la Cañada linda con el municipio de Madrid y el lugar donde estará el desarrollo urbanístico de Los Ahijones.

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