Las defensas del 'caso Gürtel' no quieren un jurado
Las defensas de los imputados en la parte valenciana del caso Gürtel no quieren un jurado. Lo primero que defienden es la inocencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps; de Ricardo Costa, secretario general de los populares valencianos; de Víctor Campos, ex vicepresidente de la Generalitat; y de Rafael Betoret, ex jefe de gabinete de la Consejería de Justicia y actual asesor de la Diputación de Valencia. Pero además de reclamar que se archive la causa, rechazan que la misma pueda derivar en un juicio con jurado.
La Ley del Jurado, en el artículo 1 de las disposiciones generales, incluye, sin excepciones, todas las posibilidades de cohecho que recoge el Código Penal entre los artículos 419 y 426. Pero las defensas consideran que se dan circunstancias extraordinarias que hacen improcedente que este asunto sea juzgado por legos en la materia.
La circunstancia extraordinaria principal es quiénes son y qué responsabilidad ostentan dos de los imputados. Consideran, y así harán constar en sus recursos, que corresponde a un tribunal de magistrados entender de la causa. Más aún, se acogen al acuerdo del plenario de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, que defiende que el concepto aforado está ligado a dos únicas instancias judiciales en la literalidad de las leyes: las salas de lo Civil y Penal de los Tribunales Superiores de Justicia y la propia Sala Segunda del Supremo.
El espíritu de la ley
Otros juristas, en cambio, consideran que el espíritu de la Ley del Jurado no es sustraerse de juzgar aforados. Las defensas, en cualquier caso, esgrimirán entre otros estos argumentos en sus recursos contra el auto dictado el lunes por el juez instructor, José Flors, en el que rechaza el archivo solicitado por los imputados y convierte las diligencias previas en procedimiento de jurado, emplazándoles para el día 15. Para los letrados de los imputados, esencialmente, el delito de cohecho es muy complejo para un jurado y la condición de aforados merece y corresponde un tribunal de sala.
La sucesión de recursos que se prevé, la composición de la sala que los ve (mayoritariamente conservadora), la prolongación de la presidencia de Juan Luis de la Rúa (a quien públicamente Francisco Camps señaló como más que un amigo) preocupa a los magistrados del Tribunal Superior valenciano. Les preocupa por la debilidad de la apariencia de independencia. La contundencia del auto de Flors es el elemento que entienden puede resultar irreversible a pesar de las presiones.
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