Osakidetza, la sombra de la duda
El 'caso Margüello' vuelve a ensombrecer la gestión de la sanidad, ya muy cuestionada - El Servicio Vasco de Salud afrontará otra investigación parlamentaria
El Servicio Vasco de Salud-Osakidetza vuelve a estar en el ojo del huracán. O mejor dicho, su gestión y algunos de sus gestores. Por segunda vez en su historia, va a tener que afrontar a la vuelta del verano una comisión de investigación parlamentaria. Todos los partidos, el PSE que dirige el Gobierno y los de la oposición en pleno, están de acuerdo en que hay que investigar y depurar las responsabilidades políticas que se deriven del conocido como caso Margüello. Las graves irregularidades descubiertas en la adjudicación de contratos realizada por el anterior Departamento de Sanidad, dirigido por Gabriel Inclán (PNV) y que habrían supuesto un perjuicio millonario para las arcas públicas, ha colocado en el disparadero la gestión sanitaria.
El conflicto con los sindicatos ha lastrado la imagen del servicio de salud
La gestión del ex consejero Inclán, en la diana de las críticas
Es otro jarro de agua fría a la gestión de Osakidetza, la mayor empresa por plantilla de Euskadi, ya muy cuestionada de por si. Los tres últimos años se han saldado con numerosas huelgas de los sindicatos del sector, que se quejan de la falta de personal, de la ausencia de inversiones y del progresivo deterioro de la calidad asistencial. Ese mensaje ha ido calando en la sociedad, que sigue apreciando la labor de su servicio público sanitario, pero entiende que ya no goza del nivel de excelencia de hace unos años, cuando era una referencia en la nación.
Y la diana de las críticas ha sido el ex consejero Inclán, quien ha estado al frente de la cartera prácticamente tres legislaturas. Ahora, desde su retiro en un hospital de Chile, donde se encuentra inmerso en un proceso de reciclaje para su regreso a la profesión médica en el hospital de Cruces como jefe del servicio de medicina interna, observa cómo se pone en entredicho su trabajo y cómo tendrá que pasar por la comisión a declarar. Incluso su propio partido, el PNV, ha pedido su comparecencia de manera urgente este mes de julio en el Parlamento (debería habilitarse al tratarse de un periodo inhábil) para que dé su versión y se esclarezcan definitivamente los hechos.
La investigación realizada por el equipo del nuevo consejero Rafael Bengoa ha destapado el pago de sobrecostes excesivos y no justificados en las tarifas que se abonaron a varias empresas privadas en las que tenían intereses el ex jefe de Calidad del hospital de Cruces, José Carlos Margüello, y otros dos médicos del sistema público, Eduardo Climent y Francisco Javier Zubiaga. Los tres son socios y Margüello, incluso, es apoderado en varias de las empresas ahora investigadas.
En algunos casos, el departamento llegó a multiplicar en sólo dos años el precio original de un servicio prestado por estas compañías por "10 ó 15 veces" sin justificación, pasando de 285.000 euros a 2,7 millones por la misma prestación. Las empresas investigadas fueron subcontratadas entre 1997 y 2008 por Osakidetza para prestar atención urgente domiciliaria en las tres provincias y para la derivación de pacientes incluidos en listas de espera quirúrgica y ambulatoria de Vizcaya.
El caso Margüello amenaza con enturbiar la imagen de gestor eficaz que ha acompañado al PNV. Sobre todo, porque la sanidad es un campo muy sensible y que puede hacer perder muchos votos a cualquier partido. Por eso, los nacionalistas han mostrado su apoyo al propio Bengoa si entiende que dispone de datos suficientes como para presentar una denuncia ante la Justicia. El PNV ha reaccionado sin titubeos, de una manera muy diferente de como lo hizo el año pasado, cuando se constituyeron las comisiones de investigación de los casos Guggenheim y Balenciaga, que cuestionaban su modelo de gestión en ambos casos.
En 1994, el Parlamento también puso el foco sobre Osakidetza. En aquella ocasión investigó el fraude de las oposiciones celebradas en 1990, en las que se detectó una manipulación masiva de exámenes para favorecer a personas afines a PSE y UGT.
La entrada del consejero Bengoa, con planteamientos de cambio y reforma, ha insuflado aires nuevos en el departamento. La plantilla aguarda expectante esos cambios, al igual que la ciudadanía. Aunque darle la vuelta al sistema, aunque sea parcialmente, es una cuestión que lleva años.
Las otras comisiones de investigación
Con la comisión de investigación que presumiblemente se constituirá después del verano en el Parlamento vasco por el caso Margüello, serán seis las que ha creado la Cámara autonómica a lo largo de su historia.
- Fraude de Osakidetza. La comisión investigó el fraude de las oposiciones celebradas en 1990 y concluyó que efectivamente hubo una manipulación de exámenes masiva para beneficiar a personas afines al PSE y a UGT.
- Implantación de sectas. La comisión se creó el 5 de marzo de 1997. Entre sus conclusiones destacan las de crear una unidad especializada en atender a las víctimas de sectas y aplicar un mayor control a los grupos filosófico-religiosos.
- Lemóniz. Se constituyó en 1980 para investigar las condiciones técnicas y legales del proyecto. Concluyó que la central no se adecuaba a las necesidades eléctricas de Euskadi y la haría más dependiente del resto del Estado.
- Guggenheim. La comisión investigó irregularidades financieras y contables y la ausencia de controles en la pinacoteca, la Sociedad Tenedora (compra obras de arte) y la Inmobiliaria (creada para construir y gestionar el edificio).
- Museo Balenciaga. El Parlamento achacó a la Sociedad Berroeta Aldamar (Gobierno vasco y Diputación de Guipúzcoa) "dejación en la gestión adecuada de los recursos públicos" y "falta de celo en el control de sus gestores".
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