_
_
_
_
_
AL CIERRE
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El Comité Invisible

El paisaje es un estado del alma y la crisis es un estado de sitio. A las cinco de la madrugada ya hay colas en las puertas de los servicios sociales; se ve a gente con su ordenador portátil durmiendo en las calles de Barcelona porque no quedan plazas en los albergues (tampoco hay vales de comedor); hay cada vez más mujeres en paro que dejan a sus hijos en acogida en instituciones de la Generalitat; los sueldos bajan hasta cifras miserables, si buscan en la web de la Oficina de Trabajo de la Generalitat (www.oficinadetreball.cat) y encuentran alguna oferta, comprobarán que el promedio está entre los 700 y 800 euros mensuales, y el personal anda con las cuentas al descubierto y recibiendo llamadas del banco, que no acaba de entender, porque no habla ni catalán ni castellano. Todas las familias felices se parecen y las desgraciadas lo son cada una a su manera; así empieza Ana Karenina; pero eso es a veces; ahora se ve también que todas las desesperaciones son iguales. Que toda esta precariedad es intercambiable entre todos los que la sufren.

'La insurrección que viene' es una reacción a la crisis y sus efectos

Una editorial de Barcelona, Melusina, acaba de publicar La insurrección que viene, el libro que el Comité Invisible ha escrito como reacción a este estado del alma, por decirlo de la primera manera. No se sabe qué es el Comité Invisible; pero en el país del que procede, Francia, cuando trincaron al saboteador Julien Coupat (vean la sección de Internacional de EL PAÍS del 3 de abril de este año), se le sumó como cargo la posesión del libro. El anonimato del Comité Invisible es como lo de la autoría del Cantar de Mío Cid, que unos atribuyen a un autor culto, otros al colectivo popular y la izquierda democrática lo deja en un fifty fifty. Se trata de un libro arrebatador y lírico en la manera en que lo es El manifiesto comunista, y su acierto supremo está en la radiografía que hace de estos precisos instantes en que aumenta la gente que no tiene donde dormir, se les limpia el culo en asistencia low cost a los viejos, se pasa el tiempo viendo cine de animación, se echa a los pobres de sus casas para ofrecerles a las clases acomodadas auténtica vida de barrio y triunfa la hipocresía moral de plantear todo esto como una falta de valores.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_