El cine, cerca de Feijóo

Organizar administrativamente el audiovisual paralizó durante dos días la constitución del Gobierno bipartito, que al final optó por dividir las competencias de producción (Axencia Audiovisual Galega, gestionada por Cultura) y promoción (Consorcio Audiovisual, dependiente de Presidencia). Cuatro años después, la historia se repite de otra manera: hay Gobierno desde hace dos meses y medio, pero la estructura del audiovisual empezó a conocerse ayer.

"Todo va a gravitar en torno al Consorcio Audiovisual", confirmó Alfonso Cabaleiro, responsable de la Secretaría Xeral de Medios, adscrita a Presidencia, que llamó a "acabar con una cierta parálisis que hay en estos momentos". "Hubo un cierto debate", reconoció, sobre la conveniencia de optar por el modelo catalán, próximo a la Axencia das Industrias Culturais (Agadic), "pero una parte del sector no era partidaria, porque esa opción diferencia cine y otras opciones". "Lo más urgente es resolver las ayudas a la producción, que este año seguirán estando en Cultura", añadió.

El martes, Feijóo anunció que el organismo "único, de entre los ya existentes" que diseñaría la política audiovisual no sería la Agadic. La elección del Consorcio se filtró antes por entre los múltiples organismos que pueblan el sector: desde hace una semana, la Consellería de Industria pedía que las demandas audiovisuales se desviasen directamente a la Secretaría Xeral de Medios. En la práctica, Agadic -símbolo de la gestión nacionalista en Cultura- se queda sin la única industria que justificaría su nombre, y el Consorcio Audiovisual, dirigido actualmente por Ignacio Varela, será redefinido para garantizar su operatividad.

"Falta por tomar la decisión de en qué consellería estará", añadió Cabaleiro, que puntualizó que "lo más seguro" es que siga en la Secretaría Xeral de Medios. Desde su constitución en 2001 -Cabaleiro fue su primer gerente-, en el Consorcio participaban de inicio la Consellería de Cultura, Comunicación Social e Turismo de Jesús Pérez Varela, Economía, las cuatro diputaciones y la CRTVG. Fuentes de Presidencia señalaron a este periódico que "no es descartable" que el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, pudiera ocupar la presidencia honorífica del Consorcio, en la idea de hacer visible la participación de su departamento en la gestión del audiovisual. Para ello habría que reformar -otra vez- los estatutos del Consorcio. Hasta 2007 lo presidía el titular de Cultura, pero tras la reforma llevada a cabo por la Secretaría Xeral de Comunicación (PSOE) en 2007, la mención recayó en Fernando Salgado. Sin descartar la continuidad de Ignacio Varela al frente del Consorcio, desde Presidencia rechazan que la elegida sea Mar Sánchez Sierra, próxima a Feijóo y actual responsable de la Dirección Xeral de Comunicación.

Entre los profesionales del cine y la televisión, la necesidad de que fuese Cultura el destino del audiovisual suscitaba cierto consenso, sobre todo antes de las elecciones. Ahora el temor que expresan -en privado- actores y productores tiene que ver con la funcionalidad del Consorcio en comparación con el modelo agencia que se impone en Europa. Más en concreto, con los riesgos de dependencia que plantea un organismo más próximo a Presidencia que a Cultura, y cómo respetará el nuevo Consorcio la política de excepción cultural que todavía rige las subvenciones europeas, que priman idioma e historias propias.

Ramón Domínguez, de la Asociación de Empresas Audiovisuales de Galicia - Voz Audiovisual, Faro y CTV, entre otras-, no opina igual: "El Gobierno ha actuado con coherencia, de acuerdo con las peticiones del sector, pero todo cambio implica demora". Dolores Ben, de la Asociación Galega de Produtoras Independentes, recuerda que las competencias en audiovisual, de acuerdo con las políticas europeas, "se enmarcan dentro de los departamento de Cultura".

"Eliminar la Axencia Audiovisual Galega -todavía dependiente de Agadic- puede suponer un paso atrás", dijo. El actor Xosé Manuel Olveira, Pico, presidente de la Academia Galega do Audiovisual, suscribió la preocupación de Ben: "Por encima del organismo, tienen que aclarar qué pretenden".