Getxo tiene corazón de jazz

Las entradas para ver esta noche el retorno de Michel Camilo a Getxo llevan agotadas desde ayer a mediodía. Pero la actuación del pianista dominicano -uno de los platos fuertes del 33º Festival de Jazz de Getxo- no es, ni mucho menos, el único aliciente que los melómanos tendrán hoy para tomar las calles que bajan desde la estación de Algorta al Puerto Viejo por tercera noche consecutiva. Los pasacalles y las actuaciones gratuitas en bares y plazas completan el cartel de un festival en el que tocan 100 bandas y que convierte el centro de la localidad en una gran sala de conciertos.

"Venimos todos los años, desde que las actuaciones eran al lado del puerto, en un escenario pequeñísimo. Procuramos no perdernos ninguno de los conciertos grandes", comentaba el miércoles un matrimonio de mediana edad mientras hacía cola para presenciar la primera actuación grande, la de la cantante y pianista Diane Schuur. El público que casi llenaba la plaza Biotz Alai, cerca de 1.000 personas, aplaudió hasta la extenuación un repertorio, que era el más "clásico" dentro de un festival "más latino que otras veces", según definición de su director, Iñaki Saitua.

Más de un centenar de bandas tocarán a lo largo de cinco días

La música comienza a las 18.00 y se prolonga después de medianoche

Aunque el ámbito musical rebosa esa plaza, es allí, en el corazón de Getxo, donde tienen colofón cada una de las cinco jornadas. Allí tocó ayer Omar Sosa y actuará esta noche Michel Camilo, quien ya dejó aquí una muy grata impresión en 2003. El sábado y el domingo lo harán Spyro Gyra y Paquito D'Rivera con Chano Domínguez.

Y allí fue a parar el miércoles, tras un errático recorrido por el barrio de Algorta, la banda To Be Continued Brass Band, contratada como "pasacalles". "No queremos perdernos a Diane", comentaban. Como si fueran una especie de flautistas de Hammelin, una larga ristra de transeúntes les siguió toda la tarde de un punto a otro del mapa musical de Getxo.

Ese recorrido comenzó a las 18.00, en la plaza de la estación de Algorta, donde se encuentra el llamado Espacio Dixie, un escenario dedicado a los grupos que practican el estilo jazzístico de Nueva Orleans, y siguió a las 19.30 en la plaza Getxo Antzokia, donde la sección Tercer milenio, dedicada a bandas jóvenes convencidas de que todavía quedan caminos por explorar dentro del género. Y algunos lo prolongaron después de la medianoche y de la actuación grande, en el pub irlandés The Piper's, donde hay programadas jam sessions durante los cinco días del festival.

Nada es ajeno al jazz estos días en el centro de Getxo. Ni siquiera la chavalería que aprovechaba la ocasión para hacer botellón en la plaza Getxo Antzokia y "de paso" escuchar a los barceloneses Albatros 5er. O casi nada. La coral de Algorta, Biotz Alai, que le da el nombre a la mencionada plaza, ensayaba el miércoles, en su sede, su repertorio -nada que ver con el jazz- como si tal cosa.