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"¡Como grites te doy una paliza!"

Cinco encapuchados asaltan el chalé de la dueña de las tiendas Blanco, la atan y se llevan tres millones en joyas - La policía se centra en el entorno de la víctima

La madrugada del pasado sábado, cerca de la una, Carmen Moreno, de 66 años y propietaria de la cadena de tiendas de ropa Blanco, fue amordazada y atada con una brida a una pata de la cama en su propio chalé. Acababa de salir en bata de la ducha. Cinco personas encapuchadas la amenazaron con bates de béisbol. Uno de ellos, hablando en español y sin acento, la obligó a abrir las dos cajas fuertes de la vivienda, ubicada en una urbanización de Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón. Le robaron 360.000 euros en billetes y joyas que la mujer, en su denuncia, valoró en tres millones.

El Cuerpo Nacional de Policía baraja la hipótesis de que los ladrones eran conocidos o empleados de Moreno. Una creencia basada en el hecho de que no saltaron ninguna de las dos alarmas de la casa. También reforzada porque el acceso a la urbanización privada está muy vigilado las 24 horas del día.

Ninguna de las dos alarmas que tiene la casa saltó durante el atraco

"¡Como grites, te doy una paliza a ti y a tu marido!", fue la principal advertencia, según consta en la denuncia, que le hicieron a la dueña de la cadena de tiendas (250 establecimientos) de ropa. Además, le dijeron que habían asaltado un comercio de la cadena en Madrid, que se habían llevado un botín que era "una porquería" y que por eso estaban molestos, según fuentes de la investigación.

Carmen fue sorprendida por los asaltantes al salir del baño de la primera planta que tiene el chalé. Su marido, mientras tanto, estaba en el piso de abajo recibiendo los cuidados de una enfermera que le asiste.

Los asaltantes tenían un plan trazado. Lo primero que hicieron fue coger los dos teléfonos móviles de los propietarios de la casa y dejarlos en un poyete exterior para que no pudiesen usarlos. El robo duró cerca de media hora y los cinco encapuchados se marcharon saltando por la ventana del dormitorio principal.

Un minucioso plan más complejo de lo que aparenta. Cada uno de los laterales de la urbanización, rodeada de arbolitos, tiene una garita con su correspondiente guardia. Además, por todos los corredores de Somosaguas, muy cerca de los estudios de Prado del Rey de Televisión Española, hay advertencias de alarmas, agencias de seguridad, dibujos de cámaras, avisos de estrecha vigilancia.

Los vecinos, que no salen a la calle para nada porque no hay ningún espacio público compartido, hablan de la frecuencia de los atracos por la zona, pero a la policía no le consta que la ratio de robos sea mayor a la de cualquier otro lugar. En el cercano Zoco, un centro comercial pequeño con un potente aire acondicionado, nadie ha reparado en el suceso que afecta a la dueña de las tiendas Blanco. Tampoco ningún otro sobresalto.

Quizá, la única sorpresa fue encontrarse ayer por la mañana, tras adelantar La Sexta la noticia el pasado miércoles, a varias cámaras de televisión a la entrada de la urbanización.

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