Precios de derribo

Del precio de derribo al puro regateo. Los barceloneses que ayer se enfrentaron al calor sofocante para dar cuenta del primer día de rebajas se llevaron descuentos de hasta el 70% de su precio habitual. Y eso, después de una campaña de primavera que ya parecía unas primeras rebajas por las promociones constantes.

La dependienta de Evelyn & T.N.T., en la plaza del Pi, no daba crédito. "Algunos clientes regatean y proponen sus propias rebajas, como por ejemplo llevarse tres camisetas pagando dos". En su tienda, las camisetas que costaban 25 euros cuestan hoy cinco. No es una excepción. Muchos comercios han rebajado más que nunca sus mercancías, llegando en algunos locales como Pimkie, Mango y Cortefiel al 70%.

"Revuelven mucho y compran poco" se queja un depediente

Con rebajas, vendiendo la misma cantidad de productos, las cajas registradoras ingresan mucho menos dinero. Y esto, multiplicado por los 30.000 establecimientos que ayer arrancaron la campaña en Cataluña, hace que el sector espere facturar 600 millones de euros en esta campaña, entre el 5% y el 10% menos que el año anterior. Porque cada catalán gastará unos 200 euros, 10 menos que en las rebajas de verano de 2008, según los cálculos de la Confederación de Comercio de Cataluña.

Sólo faltaba el calor. Con las altas temperaturas, las primeras horas de la mañana resultaron excepcionalmente tranquilas. La cola para pagar en el establecimiento de Bershka del Portal del Ángel era "cinco veces menor que otros años", según contó su encargada. En las galerías de la plaza del Pi, la mayoría de tiendas promocionaban sus artículos al 50% de su precio original, pero hasta la tarde apenas hicieron negocio.

En la tienda de ropa y calzado deportivo Footlocker, su encargado explicó que habían llegado a atender a una clienta extranjera que iba en sujetador por el "calor insoportable" y en el negocio contiguo los empleados atendieron a una joven que se desmayó en los probadores.

Tras este inicio a medio gas, las ventas se fueron normalizando a lo largo del día, pero sin alcanzar "el ritmo de otros años", según coincidían varios comerciantes. En la tienda Gurú del paseo de Gràcia, uno de sus dependientes explicó que habían rebajado algunos "productos que nunca antes se promocionaban". Con el derrumbe del consumo, hasta firmas de lujo del paseo de Gràcia han estado aplicando descuentos del 40% desde hace días.

Aun así, el secretario de la Confederación de Comercio, Miguel Ángel Fraile, opinó que el declive está empezando a tocar fondo en el sector, aunque la crisis se ha llevado por delante más de un millar de tiendas en Cataluña en un año.

La crisis llevará a los clientes a ser más racionales en sus compras, según confían las organizaciones de consumidores. Esto ha podido hacer que en el primer día de rebajas muchos clientes "revuelvan mucho y compren poco", se quejaba un dependiente de El Corte Inglés. Como contaba una trabajadora de Mango, "el ambiente de rebajas es siempre una locura, con o sin crisis".

La estampa de muchos comercios lo certificaba: los clientes se probaban la ropa en cualquier rincón para evitar las largas colas de los probadores.