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Entrevista:BELÉN LÓPEZ | Bailaora | Una escena efervescente

"Me gusta el arte del flamenco, no el flamenquismo"

Puede estar naciendo una grande. Tiene 22 años y 17 de ellos los ha vivido ya sobre los escenarios. Como una Niña de los Peines o como una Carmen Amaya, Belén López (barrio de Buenavista, Tarragona, 1987) se subió a bailar por primera vez a las tablas con cinco años, precisamente en un homenaje a esta última en Barcelona. A los 10, Ángela, su madre, reunió a toda la familia (su padre y sus cuatro hermanos) y le dijo: "Si quieres bailar de verdad nos tenemos que ir y si no, lo dejas porque aquí no hay futuro para el baile".

Y así fue como madre e hija aterrizaron en Madrid, en una casa en la ronda de Valencia: "Niña, fíjate en las calles pa que luego sepamos volver", cuenta que le decía su madre, que nunca antes había salido de casa.

"Se baila con falda o con pantalones; hace años que las mujeres zapatean"
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Mucho más que un espectáculo para guiris

Se apuntó al conservatorio de baile y se sacó unos estudios de 10 años en cuatro: "Me iban pasando de curso porque iba por delante, saqué todo con matrículas, no quiero ser pedante, pero es la verdad", dice, y matiza cada palabra con una retahíla de adjetivos cautelosos.

En aquella época, su infancia, compatibilizaba las clases con el trabajo: "Mi familia había apostado por mí, mi madre estaba fatal de la circulación, ¿qué mínimo que trabajar yo?", dice resuelta.

Su primera actuación, con 11 añitos, fue en Casa Patas: "Gracias a Antonio Jiménez, el Chispa, gran consejero, ahora sus hijos están en mi compañía", cuenta. Luego vinieron el Corral de la Morería, el de la Pacheca, Las Tablas, Carboneras...

Ella y su compañía, Belén López, como suena, comenzaba su leyenda, que ha dado lugar al espectáculo que ella misma dirige, protagoniza y estrena esta noche en el teatro La Latina: A mi manera. "Cuando me dijo Mariola Orellana [su promotora] que pensara en un tema para bailar sólo se me ocurrió 'mi vida', corta pero llena de cosas, buenas y malas".

No le falta razón. El despegue de la niña prodigio se vio truncado por una muerte, justo al cumplir la mayoría de edad. Ángela, su madre, la que había dejado su vida, la que había hipotecado la casa de Barcelona para poder hacerle los vestuarios, la que la había acompañado y apoyado, se moría de una leucemia en 15 días.

"No eché una lágrima hasta seis meses después. Quise dejarlo todo y pensé: si no bailo ya, no lo haré más". No volvió a parar: "Me gusta el arte del flamenco, no el flamenquismo, no la gente que va de flamenca a base de whiskys; el buen flamenco se distingue por su calidad técnica, por su creatividad y por el cariño con que se hace, se baila con falda o con pantalones: ya hace años que las mujeres también zapatean. Éste va por mi madre". Y olé.

A mi manera. Belén López. Teatro La Latina. Del 1 al 12 de julio.

Belén López, ayer en el teatro La Latina, donde debuta esta noche.
Belén López, ayer en el teatro La Latina, donde debuta esta noche.SAMUEL SÁNCHEZ

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