Josep Maria Guix, obispo emérito de Vic

Josep Maria Guix i Ferreres, obispo emérito de Vic (Barcelona), falleció ayer a la edad de 81 años en la misma ciudad en la que durante dos décadas estuvo al frente de su diócesis. Procedente de Barcelona, donde ejerció de obispo auxiliar del carismático cardenal, Narcís Jubany, Guix destacó por su brillantez académica en la doctrina social de la Iglesia. Con cierta desazón, siempre repetía que su dedicación a las labores sociales fue más teórica y divulgativa que práctica. Pero el obispo aprovechaba todas las ocasiones para abrirse -como Jubany- a las distintas sensibilidades cristianas e, incluso, a escuchar a otras confesiones en una ciudad con uno de los más altos índices de población inmigrante de Cataluña, sobre todo marroquí. Durante el Ramadán de 1992, prestó el patio del Seminario para que los musulmanes de la ciudad celebraran la fiesta del final del ayuno. Destacó, también como Jubany, por su talante conciliador.

Con Maritain y Adenauer

De perfil demócristiano, promovió que el Vaticano declarara las "virtudes heróicas" de quien fue uno de sus predecesores más ilustres en la diócesis, el obispo Josep Torras i Bages, llamado patriarca espiritual de Cataluña y canalizador del gran movimiento de la Renaixença y del catalanismo. Aprovechó algunas entrevistas para criticar que en Cataluña no existiera un partido político más enraizado en la ideología cristianodemócrata de Maritain o Adenauer, a pesar de la existencia de Unió Democràtica de Catalunya, de Josep Antoni Duran Lleida. "Hay un vacío en este espacio, aunque algunos partidos digan que se inspiran en este ideario", afirmó en una ocasión.

Su perfil catalanista y progresista en lo social le supuso un freno para suceder a Narcís Jubany al frente del arzobispado de Barcelona. El Vaticano prefirió a un conservador como Ricard Maria Carles, que entonces empezaba a mover todos los hilos de la jerarquía eclesiástica en Cataluña. Desde Barcelona, el poder de Carles se afianzó. Cuando Guix cumplió la edad de jubilación, el cardenal se las apañó para que una persona de su confianza fuera el sucesor, Romà Casanova, lo que levantó un movimiento de protesta.

El obispo ya fallecido no pudo reprimirse y, en aquel momento, afirmó que "no era bueno" que el cardenal Carles propusiera a todos los candidatos a ocupar las diócesis vacantes de Cataluña.

Josep Maria Guix estudió en los seminarios de Solsona y Barcelona. Se doctoró en la Universidad de Comillas y fue el primer decano del Instituto Social León XIII de Madrid. Se especializó en la doctrina Social de la Iglesia y fue la mano derecha del cardenal Ángel Herrera Oria, fundador de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas. Cuando se jubiló, se retiró a vivir a la residencia de las Hermanas de la Caridad, en vez de la casa de retiro del obispado.