La corrección del déficit exterior supera lo previsto
Entre los datos más interesantes sobre la coyuntura española publicados en la semana última se sitúan los del comercio exterior de abril y la ejecución presupuestaria del Estado y del Sistema de la Seguridad Social hasta mayo. En el ámbito internacional la OCDE publicó sus Perspectivas Económicas de primavera, que incluyen previsiones para España.
La OCDE pronostica una caída del PIB del 4,1% en 2009 para el conjunto de la treintena de países miembros y una modesta recuperación del 0,7% en 2010. Dicha recuperación estará liderada por EE UU y, en menor medida, por Japón, mientras que la zona del euro tendrá que esperar a 2011 para ver tasas medias anules positivas. Es curioso que el terremoto de la crisis se esté sintiendo con menos fuerza allá donde se situó su epicentro. El fuerte ajuste a la baja del gasto interno en el país americano y la depreciación del dólar, con la consiguiente mejora de la aportación de su sector exterior al crecimiento, explican esta paradoja.
Las exportaciones en marzo y abril han dado una grata sorpresa, con un alza del 9% de media
De mantenerse la tendencia, este año habrá una intensa corrección del déficit comercial
Algo parecido a lo que está sucediendo en España, aunque aquí sin devaluación y con mucho más ajuste del gasto interno. La OCDE estima en un 4,2% la caída del PIB español en 2009, seis décimas menos que el conjunto de la zona euro, si bien, la salida de la crisis será más lenta, pues en 2010 aún se registrará una tasa negativa de -0,9%, mientras que en la zona euro el PIB se mantendrá estable. Es éste un escenario bastante cercano al contemplado por el consenso de analistas privados españoles.
Los datos del comercio de abril mostraron una intensificación de las caídas de las exportaciones e importaciones en volumen. No obstante, hay que tener en cuenta que estos datos se publican sin corregirlos de calendario laboral, por lo que sus tasas de variación están sesgadas por el efecto de la Semana Santa, que este año se celebró en abril mientras que en 2008 se hizo en marzo. Lo más adecuado, por tanto, es hacer la media de los dos meses. En estos términos, se observa una sorpresa positiva en el comportamiento de las exportaciones de marzo y abril, ya que su nivel, corregido de estacionalidad, ha repuntado notablemente respecto a los meses de enero y febrero. Como se observa en el gráfico superior izquierdo, las exportaciones medias de los dos primeros meses del año se redujeron nada menos que un 12% respecto a la media del cuarto trimestre, mientras que la media de marzo y abril ha registrado un aumento de casi el 9% respecto a enero-febrero, aunque aún se sitúa un 17% por debajo de un año antes. Si en mayo y junio se mantienen las cifras de los dos últimos meses, el segundo trimestre del año puede dar una sorpresa en el comportamiento de las exportaciones, que podrían registrar una aportación positiva al crecimiento trimestral del PIB tras tres trimestres de aportaciones negativas. Este comportamiento se observa también en otros países, lo que parece indicar que los efectos más devastadores del terremoto financiero sobre el comercio internacional ya han quedado atrás. No obstante, estos datos hay que tomarlos con cautela y deben ser confirmados en los próximos meses.
En cambio, las importaciones de marzo y abril continuaron descendiendo a un ritmo similar al que registran desde el segundo trimestre de 2008. Su nivel medio en estos dos meses fue casi un 6% inferior al de enero-febrero, el cual había sido también un 6% inferior al del cuarto trimestre del pasado año. Respecto al mismo periodo del año anterior, las importaciones medias de marzo y abril han caído casi un 28%. Combinando el crecimiento de las exportaciones con la caída de las importaciones, la aportación del saldo exterior de mercancías al crecimiento del PIB en estos dos meses ha sido muy considerable.
Si a este mejor comportamiento de las exportaciones respecto de las importaciones en términos reales unimos la menor caída de los precios de las primeras respecto de las segundas, el resultado es una intensa corrección del déficit comercial con el exterior, que en marzo-abril ha sido un 59% inferior al de un año antes y en los cuatro primeros meses del año, un 49%. Continúa, por tanto, la corrección de los desequilibrios de la economía española, y a un ritmo superior al previsto, lo cual es un signo positivo ante la esperada recuperación.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorro (FUNCAS).
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