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"Peleo constantemente contra el paso del tiempo"

Baryshnikov acude a Madrid con su espectáculo más teatral

A sus 61 años, Mijaíl Baryshnikov conserva un convincente aire juvenil. Será por su forma de vestir (vaqueros blancos con camisa negra y calcetines estampados), por su gesticulación, algo intensa, o por un corte de pelo atinado. También ayuda la sonrisa con la que ayer apareció ante un grupo de periodistas, sin fotógrafos. En realidad, le tuvieron que convencer para que hablara con los medios de comunicación. No fue difícil, únicamente pidió que no fuera muy concurrida. Ésta es la tercera vez que acude a los escenarios de Madrid, ahora en las Naves del Teatro Español en el Matadero del 2 al 5 de julio, con el espectáculo Tres solos y un dúo, dentro de la programación de los Veranos de la Villa.

"Al público siempre le gusta ver al bailarín muriéndose en el escenario para ellos"

Lo cierto es que antes que ninguna otra cuestión, la primera pregunta fue: ¿Cuál es el secreto que le mantiene con esa energía? "Complicada cuestión es ésa de la energía", sonrió. "No sé de dónde viene, pero creo que procede de que los coreógrafos hacen piezas especialmente para mí y eso ayuda muchísimo".

Tres solos y un dúo son cuatro piezas que han hecho para él Alexei Ratmansky, Benjamin Millepied y Mats Ek, el marido de la bailarina Ana Laguna, con quien compartirá escenario en el dueto Place (2007) y Solo for two (1996). Del coreógrafo francés Benjamin Millepied, este mítico bailarín ruso de los ojos azules (que conservan su brillo intacto) interpretará Years later, una combinación de vídeo y danza que es una nueva versión del trabajo que se estrenó en 2006. Y de Alexei Ratmansky, que saltó de director artístico del Ballet Bolshoi, en 2004, a coreógrafo residente del American Ballet Theater (ahora vive "en nuestra parte del mundo", dijo Baryshnikov que abandonó en 1974 la Unión Soviética), bailará Valse Fantasie, estrenada en Riga el pasado 2 de mayo.

Con este espectáculo Tres solos y un dúo, Mijaíl Baryshnikov (Riga, Letonia, 1948) se enfrenta a un formato inusual. Se aleja de su hábitat natural, la danza pura, para conectar con los aspectos teatrales del baile, con la dramaturgia que había relegado durante años. Este giro le coloca ante otro desafío: "Cuando sólo hay una o dos personas en el escenario hay que hacer un esfuerzo especial para atraer al público", confió.

La carrera de este prodigio de los saltos -que comenzó a los nueve años cuando se puso a estudiar danza por su cuenta, luego con 15 fue alumno tardío de la escuela del Kirov de Leningrado- anuncia otro viraje. Más que las grandes coreografías le interesan las piezas pequeñas y actuar en pequeños teatros, "cuanto más pequeños mejor", precisó.

Atrás quedan los tiempos gloriosos en que fue primer bailarín del American Ballet Theatre y después director artístico (1980). O, cuando se metió a actor: desde Paso decisivo, con Shirley MacLaine hasta ser el novio pintor en Sexo en Nueva York de Sarah Jessica Parker, protagonista y coproductora de la serie televisiva y quien le llamó para actuar.

Ahora, sin embargo, centra todos sus esfuerzos en el Baryshnikov Arts Center, su centro de danza ubicado en el lado oeste de Nueva York desde donde da apoyo a jóvenes talentos que llegan a la gran manzana buscando una oportunidad. La importancia de la danza sigue viva. "Es la forma más antigua de expresar emociones. Al público siempre le gusta ver al bailarín muriéndose en el escenario por ellos".

Su humor y cierta ironía saltaron cuando alguien preguntó cómo actúa el paso del tiempo en su cuerpo, su herramienta. "Peleando constantemente. El diálogo empieza por la mañana al ir al baño. Pero estoy en buena forma y no me puedo quejar. Tengo gente muy buena alrededor que se ocupa de mi cuerpo. Con el tiempo tienes que dedicarte más al gimnasio, a descansar, a que las heridas estén curadas... Otros lo hacen yendo al bingo. Pero la receta está en armonizar lo mental y lo físico". Un genio. Y no sólo de la danza.

Mijaíl Baryshnikov, en el espectáculo <i>An evening of dance</i> en el Teatro Español de Madrid, en 2007.
Mijaíl Baryshnikov, en el espectáculo An evening of dance en el Teatro Español de Madrid, en 2007.ULY MARTÍN

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