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Tentaciones
Entrevista:TELEVISION

'Añoro al agente Cooper'

Kyle McLachlan (Washington, 1956) bien podría ser el amable vecino que nos da los buenos días como el que acaba estrangulándonos en el recibidor y enterrándonos en el jardín. De esa dicotomía, en la que le metió su buen amigo David Lynch, ha bebido la carrera del actor, con una mano siempre metida en el lado oscuro, pero sin darse importancia.

El actor fetiche por excelencia (antes de él sólo existían las musas) recibe a EP3 en una habitación de un lujoso hotel de Londres, en plena zona pija de la capital inglesa. Viste a juego con el paisaje: mocasines italianos, pantalones de algodón de un blanco riguroso, camisa beis y reloj de ejecutivo de la City. Su pelo ya no es negro azabache como el que luciera Paul Atreides en Dune, el agente Cooper en Twin Peaks o Jeffrey Beaumont en Terciopelo azul —por citar algunos de sus personajes de leyenda—, pero sigue modulando la voz como si estuviera a punto de comunicarte la muerte de un ser querido. A sus 53 años, vive una nueva etapa de plenitud, y a su paternidad recién estrenada suma su participación en Mujeres desesperadas (último capítulo de la quinta temporada en Fox, el 1 de julio, a las 22.20) con un personaje marca de la casa: raro, raro, raro.

"A través de unas actuaciones lamentables y un tono indescriptible conseguimos con 'Showgirls' una auténtica obra maestra del esperpento"

EP3. Vayamos al principio, ¿qué recuerda de esa locura llamada Twin Peaks?

Kyle McLachlan. Bueno, David Lynch nunca había hecho televisión, escribió un proyecto con Mark Frost y pensaron que sería divertido llevarlo a cabo. Me gustaba la idea, me parecía subversiva. Pensábamos hacer un solo episodio y listo, para dejarlos con la boca abierta. Cuando se estrenó, les gustó tanto que nos pidieron más. Básicamente, ésa es la historia.

EP3. ¿Y luego?

K. M. Para mí fue sorprendente porque el poder de la tele, y eso es algo que no sabía en ese momento, es inmediato. De un día para otro, todo el mundo te conoce. Millones y millones de personas saben tu nombre, dónde vives y hasta cómo se llama tu mujer. Y pasa así [chasquea los dedos].

EP3. ¿Arrancar la carrera de uno con Dune, Oculto, Terciopelo azul y Twin Peaks es como para abandonar acto seguido?

K. M. [Risas] Desde fuera podía parecer que me estaba comiendo el mundo, pero lo cierto es que ninguno de esos títulos fue un éxito, ni mucho menos. No estamos hablando de Top Gun o de Los cazafantasmas, así que no sentí que estuviera haciendo algo especialmente exitoso; creía que eran películas interesantes, pero nada más. De hecho, después de Twin Peaks me fui a hacer teatro y me quedé tan tranquilo.

EP3. Verle ahora en Mujeres desesperadas resulta un poco chocante, pero su personaje en la serie, quizá no esté usted de acuerdo, es de corte netamente lynchiano...

K. M. Estoy totalmente de acuerdo, hay algo muy subversivo y lynchiano en Orson Hodge; Marc [Cherry, creador de Mujeres desesperadas] es un gran fan de Twin Peaks y creo que mi personaje le da a la serie una vuelta de tuerca bastante interesante. De hecho, sólo tenía que quedarme una temporada y ya llevo casi 70 episodios.

EP3. En la redacción no me perdonarían que no le preguntara por Showgirls.

K. M. [Sonríe] Creo que, a estas alturas, todos estamos de acuerdo en que es una de las mejores comedias involuntarias de la historia. La intención, al principio, era hacer una película sobre el lado más cutre y horrendo de Las Vegas, pero, a través de un cúmulo de actuaciones lamentables y con un tono indescriptible, conseguimos llevar a cabo una obra maestra. Una auténtica obra maestra del esperpento. Creo que eso es algo que reconoce el propio Paul Verhoeven [director de la película]. A pesar de ello, yo me sigo riendo mucho con la película, aunque ése no fuera el propósito inicial [risas]. Y ya sabes lo que dicen: todo lo que hago acaba siendo de culto.

EP3. ¿De verdad se ve usted tan raro como le pintan en las películas?

K. M. Pues no, yo no me siento así, soy un tipo muy normal, me gusta cuidar mi jardín, las barbacoas, jugar al golf... Esa parte oscura que siempre me sacan supongo que proviene de mi amor por el humor negro. Ese cariño que tengo por el humor inglés me da un punto exótico que David Lynch aprovechó. Él tiró de ese hilo.

EP3. ¿Siguen ustedes viéndose?

K. M. Por supuesto, somos grandes amigos. Es mi vecino en Los Ángeles y nos vemos de cuando en cuando. David es uno de los tipos más divertidos que conozco y tenemos un sentido del humor muy parecido: negro, muy negro. Creo que de ahí sale su pasión por los personajes retorcidos, y ahí es donde entré yo [sonríe].

EP3. Sea sincero, ¿echa de menos al agente Cooper?

K. M. Claro, echo de menos un montón de cosas, lo que más, su maravilloso sentido del humor; y de hecho, trato de meter sus constantes vitales en todos los personajes que interpreto. ¿Sabes lo que más recuerdo de Cooper? Su manera de ver el mundo: no hay dos como él.

Mujeres desesperadas se emite en Fox y en La 2.

Kyle McLachlan, un actor seducido por el lado oscuro.
Kyle McLachlan, un actor seducido por el lado oscuro.

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