PP y PSdeG se desentienden de las dietas millonarias en TVG

Tanto el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, como el líder de la oposición, Manuel Vázquez, minimizaron ayer el cobro de 5,6 millones de euros de los miembros del consejo de CRTVG, que llegaron a cobrar dietas por ir a funerales, charlas y banquetes. Feijóo eludió comprometerse a impulsar un límite a las retribuciones de los consejeros y se limitó a decir que sus ingresos "los fija la Compañía de Radio Televisión de Galicia". ¿Tomará medidas para restringirlos? "Los consejeros elegidos por el PP rectificarán, no sé qué harán los demás", zanjó el presidente.

Tampoco dio más importancia al tema el secretario general de los socialistas, Manuel Vázquez, quien se desentendió del caso y lo atribuyó a "un problema de modelo, no de partidos". "Todos los grupos sabemos que hoy no tenemos el mismo modelo de vida que hace tres o cuatro años. Ahora toca apretarse el cinturón y ser austeros", afirmó. Mientras tanto, ni el recién nombrado director general de la compañía, Alfonso Sánchez Izquierdo, ni los portavoces de los grupos de la oposición reunidos en comisión parlamentaria (José Luis Méndez Romeu por el PSdeG y Anxo Quintana por el BNG, quien se estrenó en el Parlamento en el nuevo periodo de sesiones) aludieron a los cobros de los directivos del ente público.

En su primera comparecencia en la Cámara, Sánchez Izquierdo anunció una reducción del 20% de los altos cargos en CRTVG -que pasan de 52 a 38- y que supone "un ahorro de más de 700.000 euros anuales en costes de personal". La nueva dirección se compromete a garantizar "los principios de neutralidad, pluralidad y calidad" mediante un organigrama "orientado hacia los criterios de austeridad y de control del gasto público".

Sánchez Izquierdo también dio cuentas de la primera decisión de la nueva directora de TVG, Rosa Villas, quien ordenó suprimir un reportaje sobre las vacas locas -sin haberlo visto- cuatro horas antes de su emisión. "Fue una decisión profesional, aunque opinable", afirmó Sánchez Izquierdo tras negar "cualquier tipo de censura". Y añadió que aunque la televisión "no recibió ninguna llamada de ningún sindicato para pedir la supresión del documental", como justificó el presidente de la Xunta, "la preocupación por la emisión llegó de modo informal". "Los profesionales que trabajan en la calle", explicó, "recogieron el sentir de la sociedad y de algún sindicato".