Jaque de Shaq a los Lakers
Los Cavaliers fichan a O'Neal, el coloso de los Suns, a petición de LeBron James
Una semana y media después de que los Lakers de Los Ángeles lograran el anillo de la NBA como campeones y tan sólo unas horas antes de que se celebrara el incierto pero discreto draft de 2009, Shaquille O'Neal volvió a erigirse en el coloso capaz de dar lustre, esplendor y marcha a la Liga norteamericana de baloncesto. El traspaso del veterano pívot estadounidense (Newark, Nueva Jersey; 6 de marzo de 1972) removió sus cimientos. Deja Phoenix, a los Suns, para irse a Cleveland, a los Cavaliers, un movimiento que lo cambia todo con vistas a la próxima temporada. El equipo de LeBron James vuelve así a soñar y supera de golpe y porrazo la depresión en que le sumió la inesperada derrota frente a los Magic de Orlando en la última final de la Conferencia Este.
El veterano jugador, de 37 años, tenía pensado retirarse tras la próxima temporada
James, el rey sin corona, abandonó la pista sin decir ni mu tras aquella dura derrota, sin felicitar siquiera a los Magic, en un gesto antideportivo que le valió una sanción de 18.000 euros. Sólo habló con Danny Ferry, el gerente de los Cavaliers, para pedirle el fichaje de un pívot, alguien capaz de evitar los destrozos que les causó Dwight Howard y que enmendara la plana a la batería de jugadores interiores formada por Ilgauskas, Varejao y Wallace. Los deseos de King James son palabra de dios en Cleveland. Nadie osa contradecirle. A años luz de los demás jugadores, es la estrella del conjunto, pero le ha puesto en una encrucijada. Quedará libre al término de la próxima temporada y se ha hablado hasta la saciedad de un supuesto pacto por el que recalará en los Knicks de Nueva York. Sin embargo, la llegada de O'Neal podría cambiar los planes de James, aunque el ya ex Big Cactus, apodo que el propio Shaq se dio cuando fichó por los Suns, tiene ya 37 años y hace uno anunció su intención de retirarse cuando concluya el curso que viene.
El fichaje de O'Neal puede variar todas las previsiones. Los Cavaliers traspasan a los Suns a Wallace y Pavlovic y los derechos sobre el número 46 del draft, que se celebró esta madrugada, y les abonan 359.000 euros, la cantidad máxima que pueden manejar los equipos de la NBA en estas operaciones. El equipo de Phoenix continúa su intento de rebajar su presupuesto y se ahorra 3,2 millones. En la NBA no varían los contratos de los jugadores cuando cambian de aires y a O'Neal le queda un año más por 14 millones.
Pese a su edad, Shaq sigue siendo una fuerza dominante bajo los tableros con sus 2,16 metros de estatura, sus 147 kilos de peso y su impresionante capacidad atlética. Esta temporada ha logrado 17,8 puntos y 8,4 rebotes de media. Queda por ver cómo congenian dos líderes naturales como James y él.
O'Neal se ha convertido en el padre putativo de casi todos los ases de la Liga. Ganó sus tres primeros títulos con los Lakers, al lado de un jovencísimo Kobe Bryant, entre 2000 y 2002. Volvió a llevarse el anillo con los Heat de Miami junto al entonces también joven Dwyane Wade y, además, llevó a los Magic a la primera final de su historia en 1995.
Tras abandonar los Lakers, con los que consiguió además el galardón de jugador más valioso en las tres finales ganadas, se metió a menudo con Bryant. Le reprochó su egoísmo, aseguró que su papel siempre fue secundario y llegó a decir que sin él jamás sería capaz de ganar el anillo. Esta temporada, Kobe ha logrado rebatirle y se quitó un peso de encima al adjudicárselo.
Pieza fundamental para que ello resultara posible fue Pau Gasol, un bastión bajo los tableros, capaz de mejorar en la defensa y de marcar con éxito a jugadores de la calidad de Garnett, Yao Ming, Scola, Boozer, Nene y Howard. En la próxima campaña se le presentará probablemente un nuevo desafío: competir contra O'Neal en una posible final con la que muchos empiezan ya a soñar y otros a frotarse las manos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.