Blanco y Feijóo sellan un pacto para que el AVE a Madrid esté listo en 2015

La cartera del ministro de Fomento pesaba ayer tanto como la del presidente gallego. Pero la de Alberto Núñez Feijóo estaba abarrotada de proyectos y la de José Blanco, de compromisos y millones. Dos horas y cuarto de reunión en la sede del Ministerio de Fomento sirvieron para sellar un acuerdo que cuenta, como reclamaba el presidente gallego, con plazos e inversión concretos y una comisión de vigilancia que velará por que el AVE llegue a Galicia a finales de 2015. Es el nuevo plazo que deja en papel mojado el alcanzado por Magdalena Álvarez y Emilio Pérez Touriño, que preveía que el tren de alta velocidad uniera Galicia con la Meseta en 2012. Ninguno de los dos (del PSOE) ha conservado su cargo; una por decisión del presidente del Gobierno y el otro por imperativo electoral.

La red gallega estrenará un nuevo prototipo de tren "todoterreno"

Ahora, el ministro socialista y el presidente de la Xunta, del PP, han dado su visto bueno, en un ambiente sorprendentemente cordial y distendido, a un proyecto que supone la licitación y adjudicación de 4.678 millones durante los años 2009 y 2010 para que el AVE eche a andar por tierras gallegas. El ministro de Fomento habló de una inversión "sin precedentes para la modernización del sistema de transportes en Galicia".

El acuerdo, que fue calificado por Feijóo "como una obligación, no un capricho", llevará a Galicia, a finales de 2011, la primera línea del AVE, entre Ourense y Santiago. Después, en 2012, permitirá la interconexión de las principales ciudades gallegas; y a finales de 2015 estará concluido el corredor Galicia-Madrid, lo que supondrá que el recorrido entre la capital de España y la comunidad autónoma llevará a los viajeros entre dos y tres horas.

En 2012, al haberse tejido ya la malla gallega de alta velocidad, los trayectos entre Madrid y las ciudades de Santiago, A Coruña, Vigo y Lugo, se reducirán en torno a la hora y tres cuartos, y las dos horas y media, respecto a los tiempos actuales. El recorrido entre Vigo y A Coruña no tomará ni una hora; ir de Santiago a Vigo, 45 minutos o viajar de Ourense a Santiago, 30 minutos.

Pero además del desembolso económico, Blanco anunció que en 2012 se podrán en funcionamiento unos "trenes todoterreno", "para que la parte que falte por construir no suponga un obstáculo para la alta velocidad en Galicia". Se trata de máquinas de ancho variable y tecnología española, que permitirán circular a 250 kilómetros por hora por vías electrificadas; y a 180 por las antiguas. Blanco señaló que se suma a la aportación de los fondos necesarios para completar el proyecto "un esfuerzo técnico con el que se refuerza la posición española a la vanguardia de la tecnología ferroviaria mundial".

Feijóo llegó optimista, convencido tras su reunión del pasado día 15 con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que arrancaría un compromiso razonable, sobre todo en cuanto a los plazos del AVE a la comunidad autónoma. Y confesó la importancia de su visita a Fomento: "Para Galicia, siendo la esquina de Occidente, mi prioridad absoluta era esta reunión". Y añadió: "El AVE no es sólo para Galicia, es también para el resto de España". El acuerdo se formalizará por escrito en las próximas semanas, y Blanco ya avanzó ayer que quiere "sustanciar en sede parlamentaria todos y cada uno de los compromisos expuestos".

El tono empleado por el ministro estaba a la altura del enorme desembolso que el Gobierno destinará a las infraestructuras gallegas: "El impulso que damos hoy al AVE a Galicia es el mayor en el desarrollo de la alta velocidad dado hasta la fecha en tan corto espacio de tiempo". Los plazos acordados por ambas Administraciones prevén que en 2012 estarán en servicio alrededor de 400 kilómetros de los 600 que configuran la línea más larga (A Coruña- Madrid). El ministro también informó de que durante la reunión se abordaron otros proyectos de infraestructuras, como el impulso de la participación concertada para mejorar las conexiones ferroviarias a los principales puertos gallegos. En cuanto a carreteras, el ministro ha asegurado que mantiene su compromiso de que la autovía A-8 estará terminada esta legislatura.

Respecto al proyecto del nuevo puerto exterior coruñés, que se ha complicado sobremanera desde que echó a andar hace sólo cuatro años, el ministro aseguró que se trabajará conjuntamente entre la Autoridad Portuaria, el Ministerio y la Xunta para buscar una solución. La Autoridad Portuaria sintió la semana pasada que se ahogaba y decidió pedir auxilio porque el presupuesto inicialmente previsto ha pasado de 600 a unos 850 millones de euros. El proyecto pretende construir un puerto exterior en Punta Langosteira (Arteixo) y convertir la dársena petrolera del centro de la ciudad en una urbanización.