Valverde baja los brazos

Antes de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) haya intentado siquiera extender a todo el mundo la sanción que le prohíbe correr en Italia; antes de que el Tour vetara oficialmente su participación, dado que una de sus etapas de este año tiene unos kilómetros de recorrido por Italia; antes incluso de luchar, Alejandro Valverde, el ciclista número uno, según la clasificación de la UCI, ha bajado los brazos. Su equipo, el Caisse d'Épargne, anunció ayer que renuncia a alinearle en la carrera francesa, que comenzará el sábado 5 de julio en Mónaco.

El Caisse d'Épargne justifica la decisión sobre Valverde en la imposibilidad de que el recurso interpuesto ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), con sede en Suiza, contra la sanción italiana de dos años de suspensión se resuelva antes del comienzo del Tour. La inacción del Tour y la UCI también han jugado en contra de los deseos del corredor español, que no ha podido recurrir de urgencia como lo ha hecho el belga Tom Boonen, por ejemplo, ante la falta de una prohibición expresa de participar en la carrera por parte de cualquiera de los dos entes.

El 11 de mayo pasado, el Tribunal Nacional Antidopaje del Comité Olímpico Italiano (CONI) sancionó a Valverde con dos años de prohibición de disputar competiciones amparadas por alguna federación deportiva italiana u organizadas por algún empresario italiano. Ninguna de estas condiciones se cumple con el Tour, pero el hecho de que la 17ª etapa discurra durante algunos kilómetros por el Valle de Aosta ha actuado como factor amedrentador. El Tour, arrimando el ascua a su sardina, ha interpretado la sentencia, recurrida ante el TAS, como una prohibición de que Valverde corra en Italia y así lo ha expresado oficiosamente su director, Christian Prudhomme, quien ha sugerido indirectamente que el primer líder, el primer maillot amarillo, en la edición de 2008 podría correr el Tour y retirarse la víspera de que pasara por Italia. El equipo del murciano rechazó de plano esa posibilidad y, huyendo de crear un conflicto, tampoco se siente con ánimo de forzar la situación, de hacerle correr en territorio italiano, a ver qué ocurría.

Pese a la ausencia de Valverde, quien ha ganado dos etapas y ha figurado dos veces entre los diez primeros de la clasificación general del Tour y que obligará al Caisse d'Épargne a convertirse en un equipo dedicado a la búsqueda de victorias de etapa, en las que se espera que otro murciano, Luis León Sánchez, ganador de la última París-Niza, muestre sus progresos, el Tour seguirá contando con españoles entre los grandes favoritos para el triunfo final: Carlos Sastre, que saldrá en Mónaco con el dorsal número 1 como ganador en 2008, y Alberto Contador, vencedor en 2007, quien también se vio privado del derecho a participar en la carrera del año pasado.

El origen de la sanción italiana a Valverde por presunto dopaje se encuentra en la Operación Puerto, la intervención policial contra la red de Eufemiano Fuentes que encontró una bolsa de plasma datada en 2004 que supuestamente le corresponde. Un análisis de ADN llevado a cabo en Roma ha confirmado esa relación, pero Valverde no considera que Italia tenga jurisdicción para juzgarlo y ha denunciado como ilegal e injusto el proceso y la forma de conseguir las pruebas, engañando y desobedeciendo a la justicia española, que prohibió taxativamente el uso de las mismas fuera del caso penal.

Valverde, de 29 años y sometido constantemente a controles fuera de la competición y dentro de ella, nunca ha dado positivo.