La recesión frena el muelle de Ros Casares en Sagunto
La crisis genera paro, cierre de empresas y desde ayer también paraliza la construcción de grandes infraestructuras. El presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Rafael Aznar, admitió la paralización de los trabajos de la nueva terminal del puerto de Sagunto, que debía realizar una sociedad liderada por el grupo Ros Casares.
Hace tres años el organismo público decidió ensayar una fórmula inédita para financiar obras. En vez de ser construidas a cargo del presupuesto de la autoridad portuaria y más tarde alquiladas a una empresa a cambio de una concesión, el puerto valenciano decidió innovar y encargar la construcción de las nuevas terminales de Sagunto (en Valencia tiene pensado hacer lo mismo) a la misma empresa que más tarde la explotaría.
Terminal Polivalente de Sagunto, SA, liderada por Ros Casares, se hizo con la adjudicación de la obra. La jugada estaba vinculada, sin embargo, a otra de gran envergadura: la construcción en Parc Sagunt de una planta de construcción de acero que tendría en la nueva terminal la puerta perfecta para exportar al mundo. Los terrenos para la planta le fueron adjudicados a Brava Steel (controlada también por Ros Casares) hace dos años. Y la previsión era que entrara en funcionamiento en el primer cuarto de 2009. Un plan frustrado por la crisis.
